En diciembre de 1910, Federico Soto Mollá (Alicante, 1873) tomó posesión de la alcaldía de la ciudad de Alicante tras la dimisión de su predecesor del Partido Liberal-Conservador, Luis Pérez. Este hombre, abogado de profesión, fue antes concejal de la ciudad y también presidente del Casino de Alicante.
Provenía de familia de comerciantes. Su padre, Francisco Soto Pérez, cofundó en 1907 Sociedad del Canal de la Huerta de Alicante, organismo encargado del suministro de agua de uso agrícola desde Villena.
Federico era abogado de profesión y agente corredor de comercio. Estaba casado con María Rosa Chápuli, hija de un importante contratista de la ciudad. Uno de sus primeros puestos de trabajo fue como secretario y contador en la Junta de Obras del Puerto de Alicante. Luis Pérez, alcalde liberal-conservador, abandonó su cargo como alcalde y Federico Soto, de 37 años, le sucedió en el cargo. Una de sus primeras decisiones al frente fue nombrar al escritor Gabriel Miró como su secretario particular.
El propio presidente del Gobierno, José Canalejas, emitió una orden real para su nombramiento como alcalde de Alicante. Durante su mandato, Soto dedicó gran parte de su tiempo a temas relacionados con el servicio de abastecimiento de agua y alumbrado de la ciudad, así como al alcantarillado de la misma. Destacan también sus labores en la construcción de una nueva cárcel y un nuevo cementerio.
En 1911 el alcalde atendió la visita del monarca Alfonso XIII que acudió a la ciudad para la inauguración de la línea de ferrocarril Alicante-Villajoyosa con destino a la capital madrileña. Fue durante esta primera etapa de su legislatura cuando empezó con la construcción de la plaza de Canalejas.
Ese año también serían las primeras Fiestas de Verano, celebradas en honor de la Virgen del Remedio. Soto se dispuso a organizar una semana entera de actividades y actos. En concreto destaca el disparo de una gigantesca traca de alrededor de 2 kilómetros situada en el paseo de los Mártires (Explanada de España) y Canalejas. Este acto está considerado como un anticipo de las mascletás de Hogueras, para las que habría que esperar unos años más.
Un año después tuvo que decidir que hacía con el antiguo mercado situado en la Puerta del Mar, ya que el edificio necesitaba serias reformas. Así que, la solución fue reubicarlo temporalmente en la Rambla.
En enero de 1913, Federico Soto dejo de ser alcalde y el Partido Demócrata terminó por desaparecer. Pero el alicantino pasó a formar parte del Partido Liberal y en la elecciones municipales de ese mismo año salió elegido como concejal.
Cuatro años más tarde su esposa quiso hacerse con unos terrenos situados en el antiguo mercado del Puerto, y Soto consiguió hacerse con ellos. Los mismo que él habría cerrado dos años antes cuando era alcalde.
En memoria a Federico Soto y la función que desempeñó como alcalde en Alicante, una de las principales vías de la ciudad tiene su nombre. Antes conocida como Brigadas Internacionales, la avenida Federico Soto comunica de la plaza de Calvo Sotelo con la popular plaza de los Luceros.