La sede en Rabasa del Mando de Operaciones Especiales, el MOE, del Ejército español ensaya la mejora táctica para las misiones en zonas de conflicto. Y este año, el llamado ejercicio Empecinado recibe a dos sofisticadas aeronaves de los marines estadounidenses para participar en estas maniobras. Juntos trabajan en la coordinación de equipos, habitual en este tipo de intervenciones.
Dos Boeing V-22 Osprey de los marines, un aparato bimotor polivalente con capacidad de despegue y aterrizaje verticales, han sido invitados para tomar parte en el ejercicio Empecinado 2021. Como recoge Antonio Martín para Efe, los conocidos como boinas verdes españoles ponen a punto las capacidades de planeamiento y ejecución de operaciones.
Actualmente, los boinas verdes españoles están presentes de forma continua en Líbano e Irak aunque también cumplen misiones más breves de seguridad cooperativa a petición del país interesado en otros lugares del planeta. Recientemente han participado en el Magreb y el Sahel, desde Túnez a Mauritania y Senegal.
Las dos modernas aeronaves estadounidenses, que tienen su base en Morón de la Frontera (Sevilla), cuentan con un diseño aparentemente híbrido para compatibilizar la funcionalidad de un helicóptero con las capacidades de alta velocidad y largo alcance de un avión turbohélice.
Ejercicios en el aire
Estos aparatos de los marines han participado en ejercicios en el aire y de ellos han descendido por cuerda a tierra soldados españoles, la que denominan técnica fast-rope. Así han sido los protagonistas de las maniobras que dirige el MOE, quienes han destacado que solo suelen operar en territorios distantes en el contexto de misiones militares.
Además de los llamativos Boeing V-22 Osprey, en las maniobras participan cuatro helicópteros del Ejército del Aire español: un Tigre HA-28 procedente de la base de Almagro (Ciudad Real), un Cougar HT-27 y un Super Puma HU-22 de Copero (Sevilla) y un Chinook HT-17 de dos hélices para el transporte de tropa llegado de Colmenar Viejo (Madrid).
Efectivos de la brigada de Infantería Ligera y personal NBQ especializado en la guerra electrónica con el apoyo del grupo de Inteligencia de Imágenes y el dron militar Predator del Ejército del Aire jan sido incluidos, entre otras unidades, en los distintos ejercicios tácticos.
Junto a los Osprey, las novedades de este año son el uso precisamente de ese moderno dron militar y también la asistencia de una unidad operativa con una docena de soldados de operaciones especiales del Ejército de Chile.
El ejercicio Empecinado se desarrolla del 18 al 29 de octubre en todo el sureste peninsular, al abarcar las provincias de Alicante, Murcia, Valencia, Albacete y Almería, y tiene el centro de operaciones en el acuartelamiento Alférez Rojas Navarrete de la ciudad de Alicante, sede del MOE.
Practicar el conflicto
El ejercicio militar establece un conflicto imaginario donde un Estado llamado Kamon dirigido por una hipotética dictadura militar agresiva busca incrementar su influencia en la región. En este protagonizan incursiones en el territorio vecino de Tytan, una democracia pro-occidental vulnerable.
Kamon y un cercano grupo terrorista idean ataques a infraestructuras clave tales como presas y estaciones eléctricas, así como actos de piratería, ante los cuales la coalición de aliados actúa para restablecer el control de fronteras y la seguridad en el país amigo de Tytan.
También se ensaya el cumplimiento de los embargos internacionales, se presta ayuda humanitaria y se emprenden acciones de la lucha contra la piratería.
Dirigidos por el general de brigada Francisco García-Almenta Alonso y con sede en el acuartelamiento Alférez Rojas Navarrete de la ciudad de Alicante, el cuerpo de elite del MOE está formado por unos novecientos soldados expertos en operaciones que, por su alta especialización, no pueden ser desarrolladas por otras unidades militares, como son el rescate de rehenes, reconocimientos especiales o capturas de jefes de redes criminales en territorio hostil.
Para ello cuenta con expertos en paracaidismo, tiro de precisión, montaña y actividades subacuáticas con una media de 34 años, 12 de ellos en el Ejército y los 7 últimos en ese cuerpo.