La Audiencia de Alicante ha condenado a catorce años y once meses de cárcel a un ciudadano escocés por intentar asesinar a cuchilladas a la que fuese su compañera sentimental en 2017. Los hechos se produjeron en Rojales después de que la mujer lo denunciase por malos tratos.
La agresión, que estuvo a punto de acabar con la vida de la mujer, se produjo entre la noche del 18 de julio de 2017 y la madrugada del día 19. Como recoge Efe a partir de la sentencia, en aquel entonces habían transcurrido aproximadamente dos semanas desde que el procesado y la víctima interrumpiesen una relación sentimental que habían mantenido durante cinco años.
La resolución judicial considera probado que el acusado, de 62 años, se dirigió hasta el domicilio de su expareja, en una urbanización donde se concentran numerosos residentes extranjeros. Allí le recriminó que hubiese puesto una denuncia contra él por supuestos malos tratos y amenazas. Además, le exigía que le entregase dinero.
La mujer, de la misma edad que el agresor condenado, se negó a ello. Y al marcharse para cerrar la discusión, el procesado la atacó "de forma sorpresiva" por la espalda y le asestó la primera de las puñaladas con que intentó asesinarla.
Ataque y huida
Tras esta cuchillada en el costado, la víctima cayó al suelo y el hombre aprovechó para volver a atacarla con el cuchillo, esta vez en el brazo izquierdo. Los gritos desesperados de la mujer le suplicaban que parase y que pidiese ayuda.
El relato de los sucesos según la sentencia toma un giro inesperado. El acusado le preguntó en ese momento si quería escribir una carta a su hija. Y, a continuación, procedió a limpiar con lejía las manchas de sangre en las zonas de la vivienda donde había ocurrido la agresión. Después, abandonó la casa, dejando la puerta entreabierta.
El auxilio
Su marcha permitió que una vecina, de nacionalidad marroquí, pudiera auxiliar a la mujer. Gracias a esta intervención la Policía acudió a la vivienda para ya trasladarla al hospital y que recibiera la necesaria asistencia médica como consecuencia de las heridas provocadas en el ataque.
La sentencia del tribunal destaca ahora que el procesado actuó con alevosía. La prueba de ello está en que "aprovechó que la víctima se encontraba de espaldas para coger un cuchillo y apuñalarla de forma totalmente sorpresiva".
Los médicos forenses certificaron que la mujer había recibido dos puñaladas asestadas con un cuchillo. En ese informe, aseguraron que el procesado no presentaba ningún "cuadro psicopatológico" en el momento de su reconocimiento.
A la sentencia en prisión se suma la medida de alejamiento por un tiempo de 24 años y acuerda el pago de una indemnización a la víctima de 5.600 euros por las lesiones causadas, otros 14.900 por las secuelas producidas y otros 5.000 euros por daños morales.