La cadena de televisión valenciana en abierto À Punt restrasmitirá el programa 'Cartes en joc' a modo de homenaje para las poblaciones afectadas por el gran incendió del pasado verano que abrasó parte de la Vall d'Ebo, en la Marina Alta.
El concurso de cocina se emitirá justo después de 'Nit en À Punt', a las 22 horas. El programa viajará a Pego, Castell de Castells y Tollos, tres de los pueblos afectados por el grave fuego que quemó "más de 13.000 hectáreas de zona de gran valor ecológico y paisajístico", recuerdan desde la cadena valenciana.
El chef y presentador de 'Cartes en joc', Jordi Garrido, "mostrará cómo se recupera el sector local de la restauración. Además, hará de juez en la competición por ser el restaurante que elabora las mejores tapas en el entorno de la Vall d'Ebo. Desde el pueblo de Tollos participa el restaurante Arrabal, con José María Salinas, cocinero y Jimena Alonso, pastelera y jefe de sala", añaden.
[El cura que borró el amor, la muerte y la fe de un barrio de Alicante]
Desde Castell de Castells participa el restaurante Can Joan, con Rosi Linares, cocinera y Joan Ferrandis, propietario y jefe de sala. Y desde Pego participa el restaurante Pego Z&E, con Zaprinka Petkova, propietaria y cocinera, y Eduardo Costa, encargado.
El concurso gastronómico enfrenta a los responsables de los tres restaurantes a mesa puesta para descubrir quién prepara el mejor plato. El programa, que ya lleva cinco temporadas en antena en À Punt, muestra "la riqueza de comidas, productos y zonas que visitar a los espectadores de la televisión valenciana".
El peor incendio de la década
Los datos del incendio de la Vall d'Ebo lo colocan como peor incendio declarado en la última década en la Comunitat Valenciana: más de 13.000 hectáreas quemadas, en un perímetro superior a 80 kilómetros y con varias comarcas afectadas. La montaña del norte de la provincia de Alicante ardió cuando un rayo prendió el fuego y las condiciones climatológicas (tiempo extremadamente seco y rachas de viento cambiantes) lo avivaron.
La lucha contra el incendio contó con ayuda externa en un operativo en el que participaron efectivos tanto del Gobierno de España como de la Unidad Militar de Emergencias (UME), así como de las comunidades autónomas vecinas, como Murcia, Aragón, Castilla-La Mancha y Cataluña.
El resultado de la catástrofe: pueblos enteros evacuados y unas 1.500 personas que tuvieron que realojarse para escapar de las llamas. De entre lo peor, destacó la ola de solidaridad entre los vecinos. De hecho, los realojos en viviendas de familiares y allegados provocaron que de todas las personas evacuadas, solo 20 afectados durmieran en alguno de los dos albergues provisionales instalados por la Cruz Roja, en Pego y Muro de Alcoi.