Vicent Grimalt, el actual alcalde de Dénia (PSPV-PSOE), tiene 64 años, está casado y tiene dos hijos. Es titulado en Bachillerato Superior y titulado en Formación Profesional de Administración. Durante su vida profesional ha sido auxiliar de farmacia, un trabajo que compaginó durante mi primera etapa en política hasta llegar a la Alcaldía. También es trompetista de la Agrupación Artística Musical de Dénia desde que era un niño y ejerció la presidencia de la Banda durante años, precisamente cuando di el salto a la política.
Pepa Font, se define como una amante de las personas y de mi profesión como sanitaria, habiendo sido analística clínica durante más de 30 años.
¿Por qué decidió en su momento entrar en la política municipal?
V.G.: Siempre he sido una persona muy comprometida políticamente y es algo que me viene de familia: mi padre fue concejal en la primera legislatura de gobierno socialista en Dénia, con Jaume Sendra, y mi abuelo fue el último alcalde del período de República, en el 39. Así que mi implicación en la política y con el Partido Socialista era la continuidad lógica de una saga de personas que siempre hemos estado enamorados de nuestra ciudad y hemos participado activamente para mejorarla. La oportunidad me la dio Paqui Viciano, alcaldesa de Dénia entre 2003 y 2009, y con ella, como número dos de la lista, asumí la delegación de Urbanismo. En 2011, cuando ella decidió no volver a presentarse, me tocó dar el salto, primero como portavoz del grupo municipal del PSPV-PSOE y luego como alcalde durante dos legislaturas ya, la segunda con una mayoría absoluta de 11 concejales y concejalas.
P.F.: Para mí la política es mi pasión. Vivo intensamente la política y me gusta poder debatir, con educación y respeto, con aquellas personas que no piensan como tú. Me gusta de la política el poder dar solución a los problemas de la gente, ser útil para la sociedad y para la ciudad que tanto amo.
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¿Cómo vive el actual contexto de la política española fundamentada en dos bloques ideológicos? ¿Sería partidario de romper con esa dinámica e incluso pactar con sus directos adversarios?
V.G.: De entrada, la palabra ‘adversarios’ creo que deberíamos de desterrarla del panorama político, porque es evidente que la crispación actual ni ayuda ni es entendida por la ciudadanía. Evidentemente, los bloques ideológicos existen: las tradicionales ‘izquierdas’ y ‘derechas’ representan concepciones muy distintas de la sociedad y la economía. Obviamente, yo, un socialista convencido, no pactaría nunca con un partido que no promueve la justicia social como base de su ideario o que asume las privatizaciones como modelo de gestión de los servicios públicos. Pero esa es precisamente la grandeza de la democracia: la ciudadanía elige, cada cuatro años, el modelo por el que apuestan. Somos libres para proponer y somos libres para votar o no determinadas propuestas. En mi opinión, la polarización nunca es buena porque quienes la buscan tratan de simplificar la política, de reducirla a una cuestión de ‘buenos’ y ‘malos’, de meter miedo, normalmente. La típica frase, permítame la licencia, “que vienen los rojos” es un ejemplo del juego al que lleva años jugando la derecha más rancia. Pero la sociedad ha madurado democráticamente, conoce sus derechos, tenemos valores, sabemos que somos iguales ante la Ley, que queremos una sociedad moderna, tolerante, honesta, solidaria y sostenible para nuestros hijos e hijas.
P.F.: Esto ha existido históricamente. Los bloques representan a dos formas de llegar al mismo objetivo, pero de formas diferentes. Por ejemplo, decir, en pleno siglo XXI, que solo la izquierda apoya a la clase obrera es insultar la inteligencia de los ciudadanos. La política se trata de eso, de pactar y acordar. La política no es tirar hacia tu lado siempre, sino de llegar a acuerdos y ceder las dos partes para el bien común. Así es como entiendo yo la política, desde el diálogo y el entendimiento con todos los grupos políticos en aquello que nos une.
¿Qué valoración hace de la gestión del Gobierno municipal en su municipio durante este mandato?
V.G.: Se ha trabajado mucho, muchísimo. Y en unas condiciones muy adversas, no olvidemos que hemos vivido una pandemia mundial… Pese a ello, hemos cumplido el 90% de nuestro programa de gobierno, sin dejar de gestionar la tremenda crisis. Y cuando hablo de cumplir programa, hablo de la ejecución de actuaciones de envergadura, como la nueva pista de atletismo, la reurbanización de la plaza Valgamedios y su entorno, la remodelación de la Glorieta actualmente en obras, entre muchas otras. Incluso hemos conseguido la aprobación definitiva del Plan General Estructural, después de décadas sin un documento de planeamiento urbanístico estable en Dénia. Precisamente esa crisis demostró lo que se puede conseguir cuando se trabaja bien: mantener el ritmo y, al mismo tiempo, tener unas cuentas saneadas nos permitió afrontar las ayudas que las personas más vulnerables necesitaron en momentos tan duros. Se repartieron hasta 5 millones de euros en ayudas de emergencia social, a empresariado y autónomos, municipales y de la Generalitat y la Diputación; se dio trabajo a más de un centenar de personas con planes de empleo. La maquinaria del ayuntamiento no se detuvo y, pese a todo, pudimos cumplir también con otra promesa: que nadie se iba a quedar atrás, que todas y todos íbamos a salir adelante.
P.F.: Mi valoración es muy negativa. Llevan 8 años gobernando Dénia sin diálogo y aplicando el “rodillo”, poniendo encima de la mesa su mayoría absoluta para legislar con el puño cerrado. A esto se le suma la situación de la ciudad: con calles sucias y barrios desatendidos, un centro cerrado a cal y canto asfixiando al comercio local, con asociaciones sociales demandando ayuda, con entidades deportivas que no pueden subsistir, sin contar con Las Marinas y Las Rotas que se encuentran totalmente desatendidas, con impuestos que ahogan a las familias… Además, no se ha efectuado ninguna inversión de mejora infraestructural en la ciudad, dejando, entre otras cosas, una estación de autobuses lamentable como escaparate para nuestros visitantes o unos descampados privados para aparcar. Me sorprende enormemente ver al Partido Socialista “vender” en su programa electoral obras que licitó el PP hace 9 años, y que inauguraron ellos en la anterior legislatura, como la reurbanización de la calle Colón, la reconversión de Archiduque Carlos o La Calle La Mar. Esto explica claramente cuál ha sido el trabajo de esta legislatura. Esta no es la Dénia que quiero, por eso, creo sinceramente que es el momento del cambio y de dar un nuevo impulso a esta ciudad.
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¿Qué valoración hace de la labor de la oposición en su municipio durante esta legislatura?
V.G.: Yo siempre soy muy respetuoso con la oposición y su papel de fiscalización de la acción del gobierno. Yo mismo estuve durante unos años en esa posición y sé lo importante y complicado a veces que es ese trabajo. Pero sí quiero agradecer que, al margen de polémicas y de la competitividad lógica y las disparidades ideológicas, todos los grupos políticos han hecho un esfuerzo de entendimiento y consenso que nos ha llevado a aprobar más de un 90% de los acuerdos de pleno por unanimidad. Esto dice mucho de la responsabilidad con la que han trabajado todos los concejales y concejalas de la Corporación municipal.
P.F.: Ha faltado visión crítica y tener menor complacencia. Entiendo que, hacer oposición con un partido socialista en mayoría absoluta es frustrante, pero creo, francamente, que se podría haber hecho más.
¿Cuál cree que es el mayor reto que su municipio tiene por delante y qué medidas tomaría para hacerlo realidad?
V.G.: Destacaría un gran proyecto y un gran reto. En primer lugar, hemos conseguido que el sueño de hacer de Dénia una ciudad universitaria sea una realidad, con la implicación además de la Generalitat y de la Universidad de Alicante, que ya nos ha confirmado que en nuestra ciudad se implantará el Grado de Ciencias Gastronómicas, en consonancia con nuestro reconocimiento como Ciudad Creativa de la Gastronomía UNESCO. Actualmente tenemos en marcha la rehabilitación de la antigua finca de los jardines de Torrecremada que será la sede de esa ciudad universitaria y del pensamiento. Y con los fondos europeos Next Generation, 1,3 millones de euros, vamos a redactar el proyecto de campus (aulario, residencia de estudiantes, nueva sede para la UNED), que se construirá en la zona de la Pedrera.
El gran reto, y ya estamos de pleno en ello, la transformación del modelo turístico hacia la sostenibilidad, el turismo experiencial, la desestacionalización. Tenemos más de 7 millones de euros de los Next Generation para transformar el sector turístico de Dénia, nuestro motor económico, sin ninguna duda. Pero actualmente ya tenemos asumido que es urgente un cambio para garantizar su sostenibilidad: un proceso de adaptación y crecimiento hacia la excelencia en el que nuestra ciudad ya está inmersa con la implicación de todos los agentes interesados. Un dato: Dénia ha sido reconocida con el tercer premio en la categoría de Mejor Destino SICTED 2023, sólo por detrás de Santiago de Compostela y Málaga. Y ya son 75 empresas y servicios de la ciudad los que trabajan día a día, desde hace casi 10 años, siguiendo los criterios de este sistema de calidad. Por delante, tenemos el desarrollo de los dos Planes de Sostenibilidad Turística en Destino (PSTD), 2021 y 2022, dotados con unos 6 millones, y del proyecto “Viu la posidònia”, una iniciativa conjunta de los municipios de Dénia, Eivissa y Cambrils, otro millón de euros para desarrollar una experiencia ecoturística alrededor de esta planta endémica del Mediterráneo.
P.F.: El mayor reto es darle solución a los problemas de la gente en su día a día. Quiero que la gente camine por nuestra querida Dénia y lo haga con orgullo y satisfacción, donde el comercio local este vivo, donde haya mayor limpieza en las calles y mayor seguridad policial, donde la burocracia no sea un problema, y, sobre todo, bajarles los impuestos a los ciudadanos. Como ciudadana me parece insultante escuchar al Sr. Grimalt alardear de tener dinero ahorrado en el banco mientras está subiendo los impuestos año tras año, sin reinvertir el dinero en mejoras para la ciudad. Un ayuntamiento recauda para reinvertir. Un ayuntamiento no es una empresa o una familia que tiene que guardar. Considero que hay que darle solución a la movilidad sostenible, el aparcamiento o al futuro turística que, según mi visión, pasa por la salud y el deporte. Vivimos en el paraíso del Mediterráneo, y, en estos 8 años, hemos desaprovechado la oportunidad de liderarlo. Queda mucho por hacer, y sé, que, con ilusión, trabajo y un buen equipo, lo conseguiremos.
¿Cuál cree que es el problema singular a su municipio que lo hace diferente del resto de los de su alrededor?
V.G.: Por un lado, insisto en esa condición de Dénia como municipio turístico, pero al mismo tiempo con una enorme riqueza natural que hay que preservar y que en los últimos años estamos poniendo en valor, buscando ese equilibrio entre turismo y sostenibilidad, que hoy en día ya es una exigencia para todos. En segundo lugar, destacaría la posición de Dénia prácticamente equidistante, a unos 100 km, de las dos capitales provinciales, tanto de Alicante como de Valencia, y las deficientes infraestructuras de transporte. La reivindicación del tren que nos conecte con Gandía es histórica en nuestra comarca. A principios de año se reanudó el servicio de la Línea 9 del TRAM de Alicante, después de las obras de modernización tan necesarias. Y el presidente de la Generalitat ya ha anunciado que trabajan en una opción similar para el tren Dénia-Gandía. No dejamos de reivindicar la vía ancha, pero necesitamos urgentemente mejorar nuestra comunicación con Valencia. Porque esa carencia nos marca en muchos aspectos, desde la economía (somos puerta de conexión con las Baleares, no lo olvidemos) hasta la educación, ya que nuestros universitarios padecen esas limitaciones.
P.F.: Dénia, para bien o para mal, tiene playa, puerto, montaña o barrancos. Esto nos hace especiales y diferentes, por la variedad de actividades lúdicas y deportivas, pero, a su vez, nos ata a dependencias supramunicipales, como Costas, La Confederación Hidrográfica del Júcar o Conselleria. Esto te limita a la hora de tomar decisiones que afectan a los vecinos. Sin embargo, no debe ser una excusa para dejar de trabajar. Se deben de hacer reuniones periódicas para solucionar los problemas que afectan a los ciudadanos y no parapetarse detrás de estos entes para no afrontar los inconvenientes.
Sitúe de mayor a menor sus mayores preocupaciones en este momento con respecto a los ciudadanos de su municipio: Impuestos elevados-Empleo-Inflación-Vivienda-Transporte-Limpieza-Seguridad-Sanidad-Educación.
V.G.: Del transporte ya hemos hablado, es una de nuestras carencias. En segundo lugar, citaría la sanidad, porque desde la privatización que llevó a cabo el Partido Popular de nuestra área sanitaria los problemas y las deficiencias en la atención han sido muchas. Ahora, por suerte, empieza ya la esperada reversión tras la finalización de la concesión. El tema de la vivienda creo que es un clamor popular, a nivel estatal. La limpieza se ha mejorado mucho en Dénia desde la entrada en funcionamiento, en julio de 2022, del nuevo contrato con la empresa de recogida de residuos y limpieza urbana, que ha incluido un aumento considerable de horarios, maquinaria y servicios. Empleo e inflación son sin duda una preocupación compartida, pero en Dénia los datos económicos son bastante positivos. Finalmente, situaría la seguridad, no tenemos datos alarmantes. Y en educación hemos mejorado muchísimo con el Pla Edificant de Generalitat de mejora de centros educativos y construcción de nuevos: tenemos de hecho ya planificada la construcción del nuevo FP Gent de Mar, un nuevo CEE Raquel Payà, un conservatorio… Más los avances ya comentados para impartir aquí estudios universitarios.
P.F.: Es muy complicado darle una respuesta a esta pregunta, ya que muchas de ellas deberían de estar en primer lugar, pero intentando tener una visión objetiva, creo que en primer lugar pondría la Sanidad. Hace apenas 3 años estábamos viviendo la mayor pandemia de este país y yo, como sanitaria, creo fielmente en el dicho que “la salud es la primera”. En segundo lugar, los impuestos elevados, que, a su vez, darían solución a tres de las preocupaciones contiguas, ya que, si gobernamos, rebajaremos la presión fiscal a la gente y esto provocará que tengan menor preocupación por la inflación, que afecta a la cesta de la compra. En el empleo, porque las empresas y autónomos tendrán mayor capitalidad para contratar. Y la vivienda, porque, con las ayudas que planteamos a la compra o alquiler de viviendas para menores de 35 años, se solucionaría este problema de los jóvenes. Seguidamente, pondría el transporte. Necesitamos ordenar el transporte público con autobuses eléctricos, el aparcamiento, y la creación y adecuación de carriles bici para tener una ciudad que se adapte a los parámetros ecológicos que exige esta sociedad. Posteriormente, limpieza y seguridad, unidas por una falta de exigencia por culpa de los actuales gobernantes para el mejor y mayor cumplimiento. Y, por último, pondría a la educación, que, aunque es necesario un mayor mantenimiento de las instalaciones y eliminar las imposiciones ideológicas por parte de la Conselleria, creo honestamente que tenemos un excelente profesorado y equipo educativo que gestiona, educa y forma nuestros jóvenes. En este punto, mi principal preocupación, es el acoso escolar. La administración no puede ponerse de perfil en este tema tan importante.
¿Cuál es la primera medida que tomaría para su municipio si llegase/revalidase a la Alcaldía?
V.G.: Llevar ya ocho años como alcalde lo que hace es que el trabajo sea una continuidad de todo lo ya iniciado. Nosotros no somos de hacer ‘brindis al sol’ y prometer ‘megaproyectos’, bajadas de impuestos y cosas por el estilo que sabemos perfectamente que no podemos cumplir. Vamos a seguir trabajando en la transformación urbana, tenemos de hecho ya en marcha obras en el centro de Dénia para consolidar su peatonalización y muchos millones de los Next Generation para desarrollar las actuaciones previstas: desde crear el gran pulmón verde del Bosc de Diana, hasta construir el campus universitario.
P.F.: Escuchar. Es lo primero que necesita esta ciudad. Sentarte con todas y cada una de las asociaciones, entidades empresariales, deportivas, culturales y festeras, tal y como he estado haciendo desde que fui nombrada candidata del Partido Popular.
¿Cómo cree que se han portado durante estos cuatro años las instituciones superiores (Diputación y Generalitat) con respecto a las necesidades de su municipio?
V.G.: Muy bien. Nosotros, en Dénia, hemos recibido apoyo y ayuda por parte de ambas instituciones, sin contar con las líneas especiales de subvenciones a raíz de la pandemia que ha gestionado el ayuntamiento. Generalitat está detrás, con financiación, del proyecto de ciudad universitaria, del festival gastronómico D*na, del nuevo Festival de les Humanitats que arrancó en octubre del 2022; como he dicho, las infraestructuras educativas han dado un cambio espectacular con el Pla Edificant y en breve tendremos algunas nuevas muy necesarias, teniendo en cuenta el periodo negro de barracones que vivimos con el gobierno del PP. Y dentro del Pla Convivint, de servicios sociales, ya tenemos proyectada una segunda residencia y el Centro Específico para Enfermedades de Salud Mental (CEEM) y el Centro de Rehabilitación e Integración Social (CRIS). Gracias a las ayudas de Diputación hemos puesto en marcha varias campañas del Bono Consumo para incentivar el comercio local; con el Plan +CERCA hemos asfaltado muchas calles del diseminado; con el Plan Planifica, la reurbanización del Camí de Sant Joan y ahora la mejora de la calle Marqués de Campo, etc.
P.F.: La Diputación de Alicante, gobernada por el Partido Popular, con Carlos Mazon a la cabeza, creo que, honestamente, ha tenido una visión de Estado, dando salida y financiación a cada problema que se ha planteado por parte del actual equipo de gobierno. Como verán, son de diferentes grupos políticos, y no verá ninguna noticia negativa del Ayuntamiento de Dénia hacia la Diputación. Esto refleja como trabaja el Partido Popular, mirando por el bien común y no el bien partidista. Por el contrario, La Conselleria, curiosamente gobernada por el Partido Socialista, con Ximo Puig a la cabeza, ha tenido total desafección con esta ciudad. Llevamos 8 años esperando el segundo centro de salud, la edificabilidad del nuevo Raquel Payà, el nuevo conservatorio o el centro de salud mental, entre otras, por no hablar de los juzgados o de la nueva comisaría de policía nacional, entre otras. Esto se llama gestión y compromiso. Cuando el Partido Popular gobierna no se habla de partidos, sino de personas.
¿Qué opina de la infrafinanciación para inversiones y gastos tanto de la provincia de Alicante como de la Comunidad Valenciana respecto a los Presupuestos Generales del Estado?
V.G.: Hace apenas un mes leí una noticia que decía que el esfuerzo fiscal valenciano es tres veces mayor que la media autonómica debido a la infrafinanciación y eso conlleva endeudamiento. El president Ximo Puig lo ha denunciado públicamente, es un hecho que nuestra comunidad no recibe proporcionalmente a lo que aporta. Es necesario un nuevo acuerdo a nivel estatal sobre este tema porque la igualdad es uno de los principios constitucionales que deben asegurarse. La solidaridad entre comunidades que siempre se ha esgrimido debe ser de ida y de vuelta.
P.F.: Es lamentable ver cómo, al igual que en la Comunitat Valenciana, Ximo Puig ha maltratado esta tierra, el Estado Español ha tratado, desde la imposición ideológica, a la provincia de Alicante. Somos una de las provincias que más crece, que más turismo atrae, que más riqueza crea, y mientras tanto, el gobierno de Sánchez, busca satisfacer a sus socios independentistas de Esquerra Republicana o Bildu, en vez de apoyarse en partidos constitucionalistas, como el Partido Popular. Alicante está infra financiada por el gobierno de Sánchez, estando en la cola de las provincias españolas. Esto es inaceptable.