Quien haya estado alguna vez en Elche sabe cuán importantes son para la ciudad las miles de palmeras que rodean sus entornos. Más que un símbolo, las palmeras forman parte de la identidad de la segunda ciudad de la provincia de Alicante.
Sin embargo, muchas son las personas que nunca se han parado a pensar en el trabajo que conlleva mantener a las 500.000 palmeras que conforman el palmeral más grande de Europa y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Vayamos a donde vayamos, desde la plaza de la Glorieta hasta el campo de Elche, la ciudad está repleta de palmeras tan únicas y diferentes las unas de las otras. Unas plantas gigantes que requieren de un mantenimiento concreto y en épocas específicas del año.
A la hora de hablar de datos, debemos tener en cuenta en primer lugar que una palmera no es un árbol, sino una planta "gigante". Concretamente, el Palmeral de Elche está constituido por medio millón de palmeras, 73.000 de las cuales se encuentran en las calles del casco urbano, teniendo en cuenta tanto las palmeras solitarias como los cerca de 95 huertos de palmeras que existen en la ciudad.
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Un número considerable que constituye la imagen tan única y bonita de la ciudad de Elche y que contribuye al mantenimiento constante de una excelente calidad del aire con una media de tan solo 5 puntos sobre una escala de 500, según la página de Índice Mundial de Calidad del Aire, frente a la media de 40 puntos en Madrid y 50 en Valencia.
Un aire de excelente calidad que se ve reflejado también en el informe sobre la calidad del aire en España de 2022 elaborado por Ecologistas en Acción en el que la ciudad quedó registrada con una cantidad de 13 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno. Unos datos que sitúa a Elche por debajo del límite legal, de veinte microgramos por metro cúbico y que le lleva a ser una de las cuatro ciudades con mejor calidad de aire de España, junto a Alicante, Vitoria-Gasteiz y Las Palmas de Gran Canaria.
Como cada especie de vegetación, las palmeras requieren de un mantenimiento específico. Para ello, existen varias empresas privadas que llevan a cabo los servicios de poda y tala, como es el caso de Podas Morell.
Pedro Muñoz es el CEO de la empresa que lleva cuidando del palmeral más grande de Europa desde hace cuatro generaciones. Con tres palmereros que se encargan de la poda y tala de palmeras, Podas Morell se encarga cada año de la manutención de entre 7.000 y 8.000 palmeras.
Un número considerable que se suma a la poda de la emblemática Palmera Imperial en el Huerto del Cura que los palmereros llevan realizando con orgullo desde hace cinco años.
Un calendario riguroso
"Una palmera debe mantenerse al menos una vez al año". El palmerero alerta de que en caso de no realizar la poda, las palmeras pueden llegar a molestar a los habitantes de la ciudad debido a los dátiles que caen y al suelo pegajoso que estas dejan.
Y es que la poda de palmeras debe realizarse en un periodo concreto según su ubicación. En el caso de las palmeras del centro de la ciudad, el palmerero afirma que deben ser podadas entre los meses previos y durante el verano, para así evitar que se ensucien las calles debido a la caída de los dátiles, cuya producción puede llegar a los 400 kilogramos por cada planta.
En cambio, en el caso de la poda de los huertos de palmeras, asegura que la mejor época para realizar la poda es durante los meses de invierno.
Además, los meses de calor son propicios a la reproducción de la especie invasora del picudo rojo, una plaga que llegó a la ciudad de Elche en torno al año 2001 y que llegó a afectar a más de 30.000 palmeras en el año 2015.
Para evitar su propagación, es "primordial" realizar la poda y el mantenimiento de las palmeras desde el mes de junio, cuando el calor sofocante del verano llega a la ciudad de Elche.
Dátiles Made in Elche
A la hora de hacer la compra, muy pocas son las veces en las que vemos los dátiles de Elche en las estanterías de los grandes supermercados, siendo más probable encontrarnos con dátiles provenientes de Marruecos y de otros países africanos.
"Se puede entender que la gente elija la comodidad y la accesibilidad de los dátiles de Marruecos debido a su bajo precio, pero es importante apoyar a la producción local y comprar lo que tenemos más cerca", reivindica el palmerero.
Además, existen en Elche varias pequeñas tiendas con productos autóctonos y que ofrecen todo tipo de dátiles de Elche. Una ocasión perfecta para combinar el sabor ilicitano con el apoyo al comercio local.