Un hombre ha sido detenido en Elche por un presunto delito de agresión sexual a una empleada de su establecimiento del barrio ilicitano de Carrús. El arrestado está acusado de realizar tocamientos a la mujer sin su consentimiento.
Los hechos ocurrieron el pasado 30 de noviembre en el local regentado por el sospechoso, de 50 años de edad, a donde agentes de la Policía Local acudieron a causa de una pelea entre el propietario y la empleada por la agresión de este, quien le había agarrado de las nalgas sin ningún tipo de permiso, según denuncia la afectada.
El momento se produjo cuando se encontraba trabajando en el negocio y se le aceró durante las tareas de cierre y limpieza. "Ante los hechos, la mujer dejó el trabajo y acudió al día siguiente a cobrar su paga semanal y comunicar su decisión", informa el cuerpo policial.
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Ante esta situación, la víctima asegura que su jefe se negó a pagar al alegar que estaba de prueba, dando lugar a una discusión. "Si bien, la mujer no pensó en denunciar en su momento por circunstancias externas, si era su deseo interponer la denuncia ese mismo día", indican.
Por su parte, el implicado en los hechos confirmó que no había abonado dinero alguno por encontrarse a prueba y negó cualquier tipo de agresión sexual. El hombre fue arrestado y trasladado a dependencias policiales.
Pelea por el divorcio
También en Elche, un hombre ha sido detenido por empujar fuertemente a su pareja e intentar dejarla fuera de la vivienda por haberle pedido el divorcio semanas atrás. El hijo de los implicados fue quien alertó a la Policía Local ilicitana ante la discusión de sus padres.
De esta forma, una patrulla se desplazó a la residencia, ubicada en la calle Lepanto, y arrestaron al varón, de 54 años de edad. El joven contó a los agentes que "había escuchado a sus padres discutir y al salir de su habitación encontró a su padre con una herida en el rostro".
"En el transcurso del relato a los agentes, la madre abrió la puerta de la casa y observaron sangre en el suelo y el pelo de la mujer, además de cristales y enseres fracturados", ha señalado el cuerpo policial. En ese momento el padre apareció muy alterado, con abundante sangre en la cara y al grito de "venga llévenme", lo que obligó a los agentes a tratar de tranquilizar al hombre, han asegurado.