Madre e hijo han sido detenidos en Elche por, presuntamente, robar una gran cantidad de joyas, valoradas en más de 50.000 euros, a la anciana de 94 años a la que la madre se encargaba de cuidar.
La hija de la víctima denunció que a su madre le faltaban, según explica la Policía Nacional en un comunicado, "muchas joyas de su domicilio con un alto valor económico". Así, la familiar de la afectada sospechaba que la autora del robo podría ser la persona que cuidaba de su madre.
La alerta comenzó a una operación policial que investigó la vivienda donde ocurrieron los hechos y los posibles establecimientos de compraventa de joyas y metales preciosos donde los ladrones pudieran haber sacado beneficio de los objetos robados.
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Tras analizar el lugar de los hechos, los agentes determinaron que los culpables debían ser del entorno de la víctima al no encontrar "ningún indicio aparente que pudiera llevar a determinar que se había producido un robo".
En los establecimientos de compra y venta, la indagación descubrió que la cuidadora de la víctima había realizado hasta tres transacciones en tres negocios diferentes en los tres meses anteriores. Por la venta, la mujer, de 52 años y de nacionalidad portuguesa, había obtenido un montante de 25.542 euros en efctivo. El hijo de la sospechosa, de 21 años y de nacionalidad española, también había vendido una joya del botín valorada en 920 euros en otro local.
La hija de la anciana reconoció las joyas ante los agentes y aseguró que aún faltaba una importante pieza de la colección de su madre, un reloj de una marca de lujo de 20.000 euros, además de otra joya de gran valor.
Con esta información, la Policía Nacional detuvo a la madre y al hijo por un presunto delito de hurto. La mujer ha sido puesta a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de Elche, mientras que su hijo fue puesto en libertad tras prestar declaración.
En cuanto a las joyas, no han podido ser recuperadas, ya que fueron enviadas para fundirlas por parte de los establecimientos. La pérdida de las piezas, que pertenecían en su mayoría a familiares y habían sido heredadas de generación en generación, ha provocado "un perjuicio moral mayor si cabe que el económico", señala el cuerpo policial.
Así, su venta "al peso" resulta "más dolorosa si cabe para las víctimas y sus familiares, debido a que su valor, por la antigüedad de la pieza en sí, es sustanciosamente mayor que el que obtiene el infractor", concluyen.