La corporación del Ayuntamiento de Elche celebró este lunes un pleno ordinario marcado por la homofobia. Primero porque, en mitad de su celebración en el Centro de Congresos, se supo a través de la Policía Nacional que muy cerca de allí habían detenido a un menor el pasado fin de semana por golpear a una pareja homosexual que iba cogida de la mano por la calle. La consternación se apoderó de todos los grupos políticos que se apresuraron a condenar este ataque que había dejado a una de las víctimas con la nariz rota del puñetazo recibido.
Y segundo, porque se había dado la casualidad de que el PSOE llevaba como moción a debatir un texto "relativo al aumento de las agresiones LGTBIfóibicas ligadas a discursos de odio".
Y en este contexto, se produjo la confesión del portavoz del grupo municipal del Partido Popular, Pablo Ruz, de 38 años. "El bullying es una realidad en los colegios y yo lo he vivido, podría haber cometido otras cosas malas en la vida pero nunca he agredido a nadie en el colegio por ser diferente, pero yo si lo he vivido y lo han vivido en casa", había dicho en el segundo turno de su intervención.
Anteriormente, había revelado que ese acoso escolar le había afectado a él, aunque también a su familia. "A mí me llamaban maricón en el colegio, y muchas veces, y recuerdo el sufrimiento que eso generaba en mi familia, en mi abuela y cómo estas cosas son fruto del odio, de la irracionalidad, de la falta de educación y de la falta de enseñanza en casa".
El también senador se refería a su experiencia personal para explicar el posicionamiento de su grupo con respecto a la moción socialista. "Intentar hacer de esto una lucha política nos parece irresponsable", había avanzado. A nosotros no nos van a encontrar en la politización e ideologización de este tipo de actitudes y en una sociedad consolidada como la nuestra y en un país avanzado tiene cero cabida", añadía.
"Tenemos que luchar contra ese odio que se da en los colegios de Elche, contra el odio sea cual sea su manifestación y dejar claro que una corporación civilizada como esta jamás podrá justificar ni un solo ápice del odio contra la persona sea quien sea, piense como piense, ame a quien ame", insistía.
Pablo Ruz también había marcado distancias con el equipo de gobierno del PSOE y de Compromís al afirmar que no creía "en los colectivos, sí en las personas; esto de adscribir a las personas en los colectivos por su forma de amar me parece reduccionista y ahí no me van a encontrar ahí", concluía.
Moción aprobada
La moción socialista fue apoyada por todos los grupos, a excepción de Vox, que se posicionó en contra. La corporación acordó la puesta en funcionamiento de campañas de sensibilización e información sobre el colectivo, además de la instauración de un Plan Municipal contra la LGTBIfobia transversal que incluya formación a las fuerzas y cuerpos de seguridad para ofrecer un trato adecuado a las víctimas.
Además, se ha instado a la Diputación a destinar una partida en su presupuesto de 2022 a subvenciones para que los municipios de la provincia puedan desarrollar acciones contra la intolerancia por razones de orientación sexual o identidad de género mediante políticas de diversidad, tolerancia y respeto.