La Semana Santa y la Pascua son las dos grandes citas de la primavera. Y dos volubles como el tiempo de esta estación porque cada año caen en una fecha distinta. Ese factor es lo que convierte a estas dos semanas en el termómetro de la temporada de verano en la provincia de Alicante ya que el sector turístico lo considera una fecha clave.
¿Cuándo caen este 2024? El Domingo de Ramos es el 24 de marzo y así el Viernes Santo es el 29 y el Domingo de Pascua el 31 de marzo. Este año, el calendario laboral de la Generalitat Valenciana marca que el Jueves Santo no será festivo, al igual que en Cataluña y a diferencia del resto de España.
Estos contrastes a los que ya estamos habituados retratan la importancia económica que tiene al definir un inicio de temporada y la movilidad turística que implicará en la población de un territorio frente a otros. El otro factor que hay que tener en cuenta es si cae más temprano o no.
José Mancebo, director del Patronato de Turismo de la Costa Blanca, está acostumbrado a manejar esta temporalidad al promocionar los destinos en el mercado internacional y nacional. Porque, como apunta, ambos son claves para estas dos semanas. El internacional porque comparte esta fiesta cristiana y puede venir en las mismas fechas de Semana Santa y el nacional porque, según los territorios, incluyen o no el Lunes de Pascua.
Este 2024 el 1 de abril será festivo, además de en la Comunitat Valenciana, en Cataluña, Islas Baleares, País Vasco, Navarra y La Rioja. Marcando así dos grandes áreas en España que cuentan con este lunes extra para organizar las vacaciones.
Mancebo destaca que uno de las razones en la que más incide la variabilidad de este calendario en el sector es en lo climatológico. Según su razonamiento, si la Semana Santa es temprana se beneficiaría de días más fríos y ayudaría al turismo de nieve. Si, en cambio, es más tardía, los que reciben el empujón son los asociados al sol y playa, como es el caso de la costa de la Comunitat Valenciana.
El otro factor que pide que se tenga en cuenta es más psicológico. "Este año la Semana Santa cae a finales de marzo y cuanto más se demora, más tiempo sin vacaciones", apunta. Y aunque recuerda que "cada vez se tiende más a viajar todo el año", si esta se anticipa mucho, "hay que ver que la capacidad de gasto de las familias se haya recuperado después del gasto de las fiestas de las Navidades".
¿Cómo se calcula?
El cálculo de las fechas lo marca la Iglesia, como se ha visto al tratarse de una de las fiestas religiosas más importantes del año. En este caso, el experto José María Sánchez explica que "el Domingo de Pascua es el siguiente a la primera luna llena 'eclesiástica' (un plenilunio ficticio definido por la Iglesia mediante unas tablas numéricas) que se da en o tras el 21 de marzo".
Eso significa que el Domingo de Pascua nunca puede ser antes del 22 de marzo ni después del 25 de abril. De hecho, si se mira hacia atrás entre 1955 y 2020 lo más habitual es que este día caiga más en abril, concretamente en la primera quincena, que en la segunda de marzo.