Benidorm

El proyecto de tasa turística que el tripartito de izquierdas que gobierna la Comunidad Valenciana (PSOE, Compromís y Unidas Podemos) quiere imponer a partir de 2024 ya ha empezado a tener efectos en la imagen de la región, y no precisamente para bien. La prensa británica recogió este fin de semana en sus páginas que a los turistas de Reino Unido les van a salir más caras sus vacaciones en la autonomía, con un cálculo de "93 libras (unos 110 euros)" más para "una familia de cuatro miembros con una estancia de dos semanas".    

El artículo en cuestión ha sido publicado en The Scotish The Sun. "Los británicos que se dirijan a Benidorm tendrán que hacer un gasto extra en sus vacaciones gracias a una nueva tasa turística", explica en el subtítulo. "El Gobierno valenciano va a introducir un recargo por noche el año que viene, añadiendo un coste a las vacaciones en España". 

Ahí es cuando el rotativo introduce el rango de precios del tributo, de 50 céntimos para los campings hasta dos euros para los hoteles de cuatro y cinco estrellas. Y agrega: "Para unas vacaciones de dos semanas en Benidorm, una familia de cuatro miembros estará obligada a pagar 93 libras más. Los cruceristas también tendrán que pagar la tasa, se queden a dormir una noche o no". 

Encabezado de la pieza que alerta sobre la nueva tasa turística valenciana.

En realidad las cifras de The Sun no son exactas, según el proyecto presentado precisamente este lunes por los tres partidos de izquierdas en Valencia. Primero porque los menores de 16 años están exentos, por lo que si algún miembro de la familia no llega a ese mínimo de edad no tendría que abonar el tributo. Y segundo porque el periodo máximo para abonar el impuesto es de una semana. Por lo tanto, una familia de cuatro miembros, todos ellos mayores de edad y que pernocten dos semanas, tendrían que abonar como máximo 56 euros en concepto de tasa turística. 

Aún así se trata de una "cantidad considerable para mercados muy sensibles al precio", como es Reino Unido, porque "supone un encarecimiento directo de los paquetes para familias trabajadoras", que son las que suelen pasar sus vacaciones en destinos como Benidorm. De aplicarla, la capital turística se vería especialmente afectada por el tributo precisamente por su elevado volumen de pernoctaciones, más de diez millones al año y aproximadamente el triple que ciudades como Valencia. 

Precisamente por este tipo de detalles fuentes de la patronal hotelera de Benidorm, Hosbec, insisten en señalar que el proyecto de tasa turística "es ajeno a la realidad del sector". "El texto definitivo es igual que el propuesto por Compromís y Unidas Podemos hace meses, por lo que nos preguntamos qué pinta exactamente aquí el PSOE", señalan desde la asociación.

El síndico socialista Manolo Mata ha asegurado que sus socios han aceptado que la tasa sea un impuesto de aplicación municipal, pero lo cierto es que es de ámbito autonómico, aunque con una bonificación del 100%. "Pero eso quiere decir que en cualquier momento se puede activar y obligar a pagar a todos los turistas de la Comunidad Valenciana". De momento los principales municipios turísticos del sur de la región, como Alicante, Torrevieja o Benidorm, ya han dicho que no la aplicarán. 

"No entienden cómo funciona la industria"

Por su parte, el presidente del Partido Popular de la Comunidad Valenciana y de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, ve la tasa turística "una locura" y "no entender nada del sistema productivo en la Comunidad Valenciana".

"Abrir la puerta a la tasa turística es el peor mensaje a los mercados, a nuestros posibles clientes y a nuestros hoteles", según Mazón, quien se ha referido también a la "chapuza" en torno al Imserso por parte del Gobierno central socialista y de Unidas Podemos.

"Hablar de la posibilidad de una ley que abre las puertas a la tasa turística, independiente de cuando se vaya a aplicar, es una locura y no entender nada del sistema productivo en la Comunidad Valenciana", ha advertido.

En este mismo sentido se ha pronunciado la síndica del PP en las Cortes, María José Catalá, quien ha reiterado la oposición de su partido a la tasa turística y ha asegurado que el PPCV no la va apoyar ni la va a poner en marcha en ningún Ayuntamiento donde gobierne, y ha hecho hincapié en que "hay que ser muy claros, hay que decir no a la tasa turística".



Catalá ha exigido al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que "de una vez por todas" diga si va a implantar la tasa turística y que "se deje de trilerismo político y de jugar con el sector", que "necesita y pide claridad" al Gobierno valenciano.

No solo el PP acapara el rechazo a la tasa. En el mismo barco que Mazón y Catalá están el secretario autonómico de Turismo, el socialista Francesc Colomer, y el líder del PSOE de la provincia de Alicante, Alejandro Soler. Este último incluso se comprometió con los empresarios turísticos a pelear para que el tributo nunca se llegue a aplicar. 

Ciudadanos, por su parte, ya se unió a la campaña lanzada por empresarios contra la tasa turística con una página web específica, al calificar de "atropello" el proyecto del Gobierno del Botánico. 

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