Optimismo moderado en el arranque de la 42 edición de la feria de turismo de Madrid (Fitur), la destinada a insuflar algo de confianza a uno de los sectores más castigados por la pandemia. Los empresarios valencianos llegaron este miércoles a la capital de España en sus horas más bajas, con una tormenta perfecta sobre los destinos vacacionales que ha dejado más de la mitad de los hoteles de Benidorm vacíos y una ocupación que oscila entre el 30 y el 50% de las camas.
Las reuniones con operadores nacionales e internacionales se sucedieron durante todo el día y dejaron una sensación clara: después del pico de la sexta ola, vendrá una época relativamente segura (la mayor parte de los ciudadanos acabarán de pasar la Covid o tendrán tercera dosis) y donde explotara mucha "demanda contenida" que tiene ganas de viajar.
Por lo pronto, las previsiones de destinos como Benidorm o Costa Blanca van en consonancia con lo publicado a finales de la semana pasada con la encuesta del lobby turístico Exceltur: que se espera recuperar hasta un 90% de las ventas de 2019, el año prepandemia de referencia para el sector.
La secretaria general de Hosbec, Nuria Montes, explicó que las previsiones del mercado nacional están en torno al 90%, y recordó que 2019 "no fue un año al uso para el turismo español, sino de récord", por lo que este ejercicio, si no se tuerce, podría llegar a niveles de 2017 o 2018.
Lo que sí parece claro es que, al igual que en 2021, el cliente español será clave para la campaña de verano, aunque su ritmo de reservas de corto recorrido hace muy difícil prever su comportamiento más allá de Semana Santa. "Las noticias que nos trasladan los operadores son bastante positivas", agregó Montes. "La gente tiene muchas ganas de dejar esto atrás, y creemos que habrá un periodo de tranquilidad a partir de febrero".
Estas sensaciones se trasladan también al Imserso, cuyos primeros viajeros llegarán a Benidorm a partir del 9 de febrero, tal como avanzó este lunes El Español. Mundiplan confirmó a los hoteleros que el ritmo de comercialización está siendo "muy lento" debido al miedo que existe a la sexta ola, y que aún queda en torno al 50% por vender, pero confían en que la demanda se reactive en las próximas semanas.
Al respecto, Benidorm no descarta realizar una campaña que impulse el programa y le permita agotar los 150.000 paquetes. Montes destacó precisamente la "excelente colaboración público-privada" que existe entre los empresarios, el Ayuntamiento de Benidorm, el Patronato de la Costa Blanca y Turismo Comunidad Valenciana, así como la coordinación a la hora de establecer estrategias de promoción conjuntas.
Previsiones de británicos: 200.000 asientos ya vendidos
Otra de las grandes patas de la recuperación turística es la salud del mercado británico, el primero para la Comunidad Valenciana. Y, de momento, parece que la tendencia es similar a la del cliente nacional: para este verano operadores importantes como Jet2 prevén un operativo en torno a un 20% inferior al de 2019, lo que se traduce en unos 400.000 asientos.
Las mismas fuentes indicaron que aproximadamente el 50% de esa capacidad para la temporada alta ya está vendida, lo que supone un ritmo similar a un año sin pandemia (los turistas de Reino Unido suelen empezar a reservar con seis meses de antelación). A partir de ahí, todo dependerá de la evolución de la pandemia durante los próximos meses y la forma con la que las administraciones aborden las restricciones.
En esta coyuntura representa un papel importante el fin de las restricciones de Reino Unido, que empezaron con la supresión de las PCR en los aeropuertos y se acaba de extender a elementos cotidianos como las mascarillas. Esta "normalización", indicaron fuentes empresariales, será "fundamental" para que el mercado vuelva a coger confianza y retomar la vía de la recuperación.