Roger Dannenberg creó en 2000 uno de los editores digitales de audio más populares, Audacity, y en 2014 participó en la invención del editor audiovisual SoundCool con Jorge Sastre, surgido de la Universitat Politècnica de València. Celebrando este décimo aniversario visita la Comunitat Valenciana y reflexiona sobre el futuro de la música digital.
Treinta años atrás la industria musical vivió una revolución que transformó todo su modelo de negocio e impactó en la forma de consumo con la llegada de internet y el formato de compresión de audio digital que inventaron en Alemania, el MP3. A finales de los 90 Dannenberg creó en la Universidad Carnegie Mellon con Dominic Mazzoni un editor de audio libre, que aún sigue, y que creció por todo el mundo en ese contexto.
Ahora, la popularización de la inteligencia artificial generativa promete trastrocar el sector de la composición y difusión. Antes de su llegada, Dannenberg recuerda que la digitalización "revolucionó la música y no la destruyó, ni destruyó los directos", dos de los ataques que recibió en su momento la tecnología.
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Nacido en 1955, este pionero de la informática musical recuerda que lo habitual era ver a jóvenes aprendiendo a tocar instrumentos en la escuela o en sus garajes "y eso era parte de la cultura musical popular". Ahora, "lo que veo es a millones de muchachos escribiendo música en portátiles en sus habitaciones. Es una tecnología diferente, pero en cierto sentido es la misma. Es que la gente simplemente está motivada a crear música".
Esa base es la que cree que se mantendrá: "La IA cambiará la forma en que la gente piensa sobre la composición, especialmente la forma en que los jóvenes piensan sobre componer y producir música, pero creo que todavía existe ese impulso humano para crear música utilizando cualquier herramienta disponible. Y eso es lo que la gente está haciendo".
En ese paralelismo que supuso la llegada del formato MP3 "al proporcionar música fácilmente disponible que puedes simplemente descargar y escuchar o incorporar como fondo para videos o lo que sea, creo que sucederá lo mismo con la IA". Así prevé su uso para "generar algún tipo de música de fondo en vídeos caseros, TikTok, de ascensor, relajante o lo que sea".
Esa serie de ejemplos para un futuro cercano son los que le hacen suponer que "no creo que la música creada con IA vaya a ser realmente emocionante, creativa y novedosa en formas que realmente capturen la imaginación de la gente". De ahí que piense "que eso llevará a la gente a dejar de escribir la próxima gran canción pop que suene como muchas otras canciones pop. Quizás eso impulse a las personas a ser mucho más distintivas y a desarrollar nuevos estilos que la IA aún no es capaz de concebir".
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La creación colectiva es una de las cosas que le atrajo en particular cuando se relacionó con la UPV. "Sound Cool comenzó con el concepto de integrar la producción e interpretación de música electrónica e informática en la educación musical", recuerda. De hecho, él lo conoció al ver el trabajo que había hecho Sastre en las primeras versiones del programa en Valencia.
"En una visita pude ver cómo se utilizaba Sound Cool en un aula con niños", explica, "fue realmente sorprendente ver música experimental tan interesante realizada por gente tan joven y con tanto éxito. Y pensé que ese era el concepto de interpretación en conjunto: usando móviles y tabletas para controlar una sola pieza musical con una partitura gráfica y mucha colaboración. De eso se trata realmente la música y de lo que debería tratarse la educación musical".