Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre del año demuestran que a la Comunidad Valenciana le está costando más que al resto de España salir de la crisis económica dertivada de la pandemia. En todos los parámetros, desde la creación de empleo (+1,69%) hasta la caída del paro (-5,28%), el comportamiento de la autonomía es peor que la media española (+1,83% y - 8,23%, respectivamente).
En el análisis provincial, Alicante está teniendo además un comportamiento que demuestra su pérdida de peso en la economía nacional a marchas forzadas. El indicador más notable es el de la tasa de actividad de la población: a finales de septiembre se situó en un 57,2%, dos puntos por debajo del conjunto del país y en el puesto número 33 de sus provincias. Hace un año ocupaba el puesto 21.
De hecho, no existe una variación en esta tasa en el tercer trimestre de la desescalada (en el que en teoría se han reactivado industrias clave para la provincia como el turismo) y el mismo periodo de 2020, cuando la pandemia dio un respiro pero aún existían restricciones y el índice de vacunación era nulo. Según recoge el Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca), hay que remontarse a 2002 para encontrar un dato similar, "superando los peores años de la anterior crisis".
Y eso que el balance general del tercer simestre que da la EPA acaba siendo positivo: se crean 11.500 empleos, aunque también aumenta la tasa de paro (la única de las tres provincias de la Comunidad donde pasa) en 8.000 personas.
En este sentido, el director de estudios de Ineca, Francisco Llopis, explica que la provincia está viviendo "una curiosa paradoja". "En términos histórcos estamos tanto en máximos de afiliados como de paro, por lo que hay más gente trabajando y que quiere trabajar", dice. Desconoce las causas que han llevado a Alicante a estancarse en la tasa de actividad, pero sí sus consecuencias: "Seguimos perdiendo peso en el conjunto de la economía nacional".
El análisis de la patronal
Por su parte, la patronal autonómica (CEV) considera que existe una progresiva normalización de la actividad económica, con diferentes intensidades según sectores y territorios, aunque el dinamismo es menor que la media nacional y el descenso del paro se concentra en el colectivo sin empleo anterior.
Durante el tercer trimestre del año la ocupación agregada ha avanzado en la Comunidad por debajo de la media nacional, tanto en tasa trimestral como anual, y el número de parados ha descendido en menor medida que en media nacional, en un contexto en que el avance del número de activos ha sido muy similar al de la media de España.
La evolución del número de ocupados no ofrece homogeneidad por sectores ni por provincias. En tasa trimestral, la industria alicantina muestra un gran dinamismo, que contrasta con la caída de empleo en la provincia de Castellón, y por el contrario, en el sector de la construcción, los fuertes descensos en Alicante y Valencia no han podido ser compensados con la mayor estabilidad mostrada por el sector constructor castellonense.
El macrosector servicios registra una tendencia similar, aunque menos dinámica, al del conjunto del país, destacando el mayor avance registrado en la provincia de Castellón que contrasta con la intensa caída del número de ocupados en el sector agrícola castellonense. En las provincias de Alicante y Valencia la ocupación en el sector agrícola ha sido intensa y se distancia de la evolución mostrada en media nacional.