Benidorm ha empezado el mes de agosto, uno de los más importantes del año para la temporada turística, con un 77% de su planta hotelera abierta, según el informe de la patronal de la ciudad, Hosbec. Esto supone 91 establecimientos abiertos, y una representación del 75,83% respecto al conjunto de la oferta de alojamiento de la asociación (también tiene apartamentos y campings). 

Las cifras de hoteles abiertos han ido aumentando paulatinamente desde el mes de junio, el primero en el que no estaba en vigor el estado de alarma (acabó el 9 de mayo). En aquel momento no tardó en alcanzarse el 50% de la planta disponible, y desde entonces el goteo ha sido continuo hasta llegar a la apertura de casi ocho de cada diez hoteles. 

En este proceso ha sido clave para la lenta recuperación los mercados internacionales, muy especialmente el británico. El retraso en los planes de reactivación de los viajes de Reino Unido, en parte por la extensión de la variante Delta de la Covid, han lastrado las expectativas del sector turístico alicantino, hasta el punto de depender entre un 80 y un 90% del mercado nacional.

Actualmente los ingleses pueden viajar a países en la zona ámbar de su lista (como España) sin necesidad de hacer cuarentena, pero la situación epidemiológica en la Península ha provocado un frenazo en las reservas e incluso cancelaciones de última hora. El sector turístico ya asume que esta campaña será así: dependiente del mercado de última hora y con poco margen para la planificación. 

Hasta el momento la ciudad está cerrando las semanas con una ocupación en torno al 60%, una cifra que en sábados y domingos puede elevarse unos 15 puntos. Lo cierto es que la capital turística está teniendo una recuperación más lenta que otros destinos como Costa Blanca o Valencia, en parte por la concentración de la oferta de alojamiento y en parte por la naturaleza del turismo que recibe la ciudad. 

En principio, la patronal Hosbec asegura que las restricciones impuestas a Benidorm por su incidencia por Covid (tiene toque de queda entre la 1:00 y las 6:00) no afectarán a las previsiones a corto plazo, aunque a medio y largo es evidente que supone un factor negativo no por la limitación en sí, sino por la imagen a la hora de contratar las vacaciones. 

De hecho, el Ayuntamiento de Benidorm ha solicitado que se tenga en cuenta la población flotante de la ciudad, estimada en unas 200.000 personas, a la hora de informar sobre la incidencia acumulada. El cálculo actual se hace con la población censada de 70.000 personas.