Una comedia "muy descarada con un humor de clase obrera" que retrata el mundo de las kellys es la ganadora de la cuarta residencia Estruch que organiza el Teatro Principal de Alicante. El manual de la señora de la limpieza se estrenará a finales del próximo septiembre a cargo de la compañía La Sogorb y como parte del festival Alacant a Escena.
La pieza escrita por Josi Alvarado se ambienta en los años ochenta para contar la historia de Susi y su amistad supuestamente rivales y la familia que les rodea. La dramaturga, premio SGAE de teatro Ana Diosdado, ha querido rendir con este texto un homenaje a las mujeres invisibles, las kellys que se dedican a las labores de limpieza.
Las charlas que mantenía en el instituto donde trabaja con una de ellas fueron la inspiración para arrancarse con este texto. "La mujer de la limpieza normalmente es invisible. Los profesores a veces la saludan y otras no. Y a mí me gusta hablar con ella", explica.
En ese punto, la Alvarado actriz toma las riendas y le presta directamente su voz a Susi. "Me levanto a las cinco de la mañana y vengo con el mocho aquí y estoy aquí solita y me abro mi cocacolita bien fresquita —que estoy enganchada— y me la bebo y digo: ay, madre. ¿que no será esto la felicidad?".
Ese monólogo que recrea Alvarado la encantó desde el primer momento. Ahí sabía que tenía un material de partida para ese homenaje que deseaba. Una voz que le recordaba a sus propias madre y suegra y "a todas esas mujeres invisibles".
Contra el 'buenismo progre'
En El manual de la señora de la limpieza contará la inesperada amistad de Susi con Hakima, una inmigrante marroquí que también va a limpiar casas pero cobrando tres euros menos por hora, y con la que conectará por "esa veta común que a veces encontramos las mujeres, la maternidad". El miedo que da ser madre y lo difícil que es, añade, será la base de esta pieza.
El retrato social que plantea se aleja del "buenismo progre", promete la autora sobre esta nueva Residencia Estruch. Al hablar de la inmigración pretende evitar clichés "como pobrecitos inmigrantes; son personas con aristas, como tenemos todos".
Un equipo para movilizar
Dolores Padilla, subdirectora del Teatro Principal, confía en la amplia difusión del proyecto. Un montaje que incluye la dirección de Begoña Tena, tras la buena acogida crítica de Tórtola, y a los ganadores de los premios Max Juanjo Llorens en la iluminación y Joanmi Reig en la escenografía.
Que el estreno en el Principal sea solo la primera parada no es un recorrido fácil. Anteriores ganadores de la Residencia han tenido muy complicado el girar sus creaciones. De momento, lo que ya tienen asegurados son otros dos bolos más.
Al mover la obra quieren también lograr algo más que hablar de la realidad de las kellys. Su objetivo es generar conversaciones para que evolucione el texto de la obra con nuevas aportaciones. "Queremos que sea algo más que un espectáculo y abrirlo a los tejidos asociativos", avanza la autora.
Si en la obra se habla de la amistad de Susi y Hakima, pretenden que eso se reproduzca en el patio de butacas. Así, sería "un teatro social más allá del teatro paracaídas de 'hago un bolo y hasta luego'", explica Alvarado. Que se pongan en contacto amas de casa españolas y de origen magrebí creen que les permitiría "generar nuevos públicos".
El apoyo a la producción
La Residencia Estruch lo que permite de momento es que las compañías alicantinas puedan generar nuevos textos. Elizabeth Sogorb, protagonista del montaje y responsable de la compañía, celebra el poder contar con un espacio como el Teatro Principal de Alicante por ocho semanas. "Es muy gratificante no tener que ir moviéndote con los trastos de un día para otro", destaca.
La ayuda que supone esta convocatoria implica el pago del caché del estreno, tres mil euros, más otros cuatro mil quinientos para levantar la producción. Unas cantidades a las que esperan poder sumar otras de ayudas del Institut Valencià de Cultura. "Necesitariamos un empuje más", reconoce Alvarado, quien añade que ya tienen lista versión en valenciano para este tipo de líneas.
Mientras todo eso va cuajando, sus planes pasan por establecer un plan de trabajo que les mantendrá ocupados entre julio y septiembre. El poder ensayar en la sala Núria Espert supone también "la tranquilidad de un espacio fijo que se convertirá en el segundo hogar es muy práctico y ayuda a trabajar a gusto", concluye Sogorb.