El Hércules revienta ante el Lleida y vuelve a tocar fondo, mientras parte de la afición intenta tomar el palco
El equipo se desploma a zona de descenso a Tercera (0-4) entre protestas contra Ortiz y los jugadores. Seguridad y Policía han protegido a la directiva.
27 noviembre, 2022 16:40El Hércules ha tocado fondo. El equipo blanquiazul, que ya vivía su peor etapa deportiva, ha entrado este domingo en combustión definitivamente durante el partido ante el Lleida (0-4), en el que además de un ridículo deportivo casi sin precedentes –ha caído ante un rival en zona de descenso y que solo había sumado cinco goles hasta la fecha- también se ha desintegrado social e institucionalmente.
La afición del Hércules, que ha había amagado con una protesta en los prolegómenos del partido, ha dicho basta y ha criticado e increpado a los dirigentes y a los jugadores como respuesta a la que ya puede ser considerada la peor etapa de la entidad en su centenaria historia.
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La crispación ha llegado a tal punto que efectivos de la Policía Nacional, la Local y de la seguridad privada del estadio José Rico Pérez han tenido que reforzar la zona que rodea el palco para evitar posibles incidentes, ya que un grupo de seguidores se ha desplazado hacia esa zona para increpar a los dirigentes su gestión de la entidad.
El ambiente ya estaba enrarecido antes del encuentro, cuando alrededor de 200 aficionados se han concentrado ante la puerta principal del estadio Rico Pérez para criticar la gestión del máximo accionista, Enrique Ortiz, y el rendimiento de los jugadores. "Directiva, dimisión", "Enrique veta ya" o "esta camiseta, no la merecéis" han sido algunas de las consignas coreadas ante la fachada del estadio.
Los aficionados han entrado, como señal de protesta, 15 minutos tarde al estadio y para entonces se han encontrado que su equipo ya perdía 0-1 y que estaba con un jugador menos tras la justa expulsión, segunda en tres jornadas, de su defensa Truyols.
Los pitos, cánticos y protestas contra el máximo accionista y su familia y los jugadores no han cesado durante toda la primera parte. El tercer gol del Lleida, en los primeros minutos del segundo acto, ha elevado aún más la excitación de los aficionados.
Un grupo de hinchas ha recorrido las gradas y saltando vallas para dirigirse al palco para increpar al actual presidente, Carlos Parodi, y al expresidente Valentín Botella. Ortiz no ha estado presente en el estadio y Botella ha tenido varios enfrentamientos dialécticos con seguidores herculanos. El palco ha quedado acordonado por los efectivos de seguridad y las protestas y los cánticos no han parado hasta el final del partido.
El equipo, pese a que ha acudido al centro del campo a pedir disculpas, ha sido despedido del césped con una sonora bronca por parte de los aficionados. Tras el partido, los cánticos y gritos de protesta han continuado frente a la puerta cero, aunque con el paso de los minutos los aficionados, muy decepcionados, han ido abandonando la concentración para dirigirse a sus domicilios.
Sin destitución
La afición herculana, cansada de quemar entrenadores, ha apuntado con sus protestas al palco y al césped, pasando por alto el banquillo, aunque Ángel Rodríguez también ha quedado señalado por la debacle. El leonés, al término del encuentro, aseguró que se ve con fuerzas para seguir en el cargo.
El técnico admitió haber hablado en los vestuarios con Paco Peña, secretario técnico, pero nada en relación con su posible salida de la entidad. "Hemos hecho un mal partido y no queda otra que seguir trabajando e intentar mejorar", explicó Rodríguez, quien calificó a su equipo como "frágil" defensivamente.
"Sé que en el fútbol hay momentos buenos y malos y que en los malos se señala a una persona, pero no tiene por qué ser el culpable de todo", dijo el técnico, quien cree que todo el mundo en el vestuario "debe mirarse el ombligo".
"El partido me deja preocupado porque hemos dado la peor versión que se podía", comentó el leonés, quien vio el partido desde la grada al estar sancionado. El entrenador justificó las protestas de los aficionados a lo que pidió "perdón por cómo está el equipo", pero precisó que mientras esté en su puesto en el Hércules "voy a seguir trabajando".
En cuanto a una posible destitución, Rodríguez admitió que es algo que entendería "porque llevo 33 años en la profesión y sé las medidas que se toman". "Tengo claro qué necesitamos para mejorar y cómo mejoraríamos mucho", añadió el entrenador, quien descartó que pese a la actual dinámica del equipo el Hércules esté en riesgo de descenso. "Quedar primero va a estar jodido, pero hay tiempo para el playoff", finalizó.