Las matemáticas aún dan vida al Elche, pero el descenso del equipo ilicitano a Segunda ya es solo una cuestión de tiempo. La derrota ante el Barcelona sepultó de forma definitiva cualquier esperanza de salvación para un equipo al que todo le ha salido mal desde el pasado mes de agosto. Pasan las jornadas y fallan los rivales, pero el Elche es incapaz de recortar unas distancias que comienzan a ser kilométricas.
Ni siquiera el aire fresco y positivo que ha intentado insuflar en el grupo el nuevo entrenador, Sebastián Beccacece, ha servido para algo más que ofrecer una imagen digna ante un Barcelona a medio gas, que apenas necesitó apretar el acelerador en un par de ocasiones para machacar a los franjiverdes.
Que el Elche comience a bajar la persiana no significa que renuncie a competir. El nuevo entrenador toma nota de todo y lo que vaya a suceder a partir de ahora puede tener consecuencias. El técnico rosarino, en su debut, dejó claro que comienza a pensar ya en el futuro con algunas de sus apuestas tácticas y elección de jugadores. Prefiere, por ejemplo, a Mascarell de central antes que a Gonzalo Verdú o Diego González, dos especialistas. O se fía más de Carmona en el medio que como carrilero.
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Beccacece sabe que será el entrenador de la próxima temporada en Segunda y eso le da margen y crédito para maniobrar. "Se han visto cosas positivas. El equipo mostró entereza. Las cosas que se han hecho bien son un punto de partida, podemos construir algo muy lindo para lo que viene", aseguró el entrenador, quien evita en sus comparecencias las palabras descenso o permanencia.
El argentino, que dejó claro en su presentación que estos dos meses de campeonato le debe servir para formar el equipo del próximo curso, reconoció que aún tiene "mucho trabajo por delante". "Hace diez días que estamos aquí, pero estamos con energía, ganas y entusiasmo. Sabemos lo que ha pasado anteriormente, pero esto es un punto de partido", reiteró Beccacece, quien se centra en "confluir, construir y trabajar para lo que viene".
Uno de los pesos pesados del vestuario, Josan Ferrández, también reconoció tras el partido que lo mejor para el Elche es centrarse en "partido a partido" para evitar obsesionarse con una cuenta atrás hacia el descenso. El crevillentino, que admitió estar viviendo un año complicado, ya que apenas ha tenido protagonismo, confió en tener la oportunidad de convencer al nuevo entrenador de que es un jugador válido para el próximo proyecto. La cuenta atrás ya ha comenzado en Elche.