El año 2023, el del Centenario del Elche, lleva camino de convertirse en uno de los más tristes de la historia reciente de la entidad. La derrota de este sábado ante el Celta de Vigo ha herido de muerte el proyecto de Bragarnik y ha diluido por completo el deseado efecto Machín. El técnico soriano, quinto inquilino del banquillo franjiverde esta temporada, ha enlazado en una semana dos derrotas en Liga y una sonrojante eliminación en la Copa ante el Ceuta. Algo ha mejorado el equipo tácticamente desde su llegada, pero a todas luces es insuficiente para aspirar a la remontada.
El nuevo golpe a la línea de flotación del Elche llega en pleno mercado de invierno y deja al equipo a 11 puntos de la salvación, como mínimo, tras la victoria del Cádiz en Mestalla y a falta de disputarse el resto de la jornada. El conjunto andaluz, precisamente, será el próximo rival del Elche. Si el conjunto de Machín no sale del estadio gaditano con los tres puntos el guión de la temporada se habrá acabado, por mucho que aún quede toda una segunda vuelta por disputar.
“Si para el Elche ya es complicado salvar la categoría partiendo de cero… Imagina con una desventaja de más de 10 puntos”, deslizan desde el club, conscientes de que la posible salvación ha dejado de ser un desafío épico para mutar en ciencia ficción.
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Números para llorar
Las matemáticas son lo único que aún sostiene al Elche en Primera. Nadie con esta trayectoria ha logrado evitar un descenso. El actual equipo ilicitano, el único que aún no ha ganado esta temporada en la Liga, ha logrado igualar dos registros negativos que parecían imposibles. Ya suma 16 partidos consecutivos sin ganar, los mismos que acumuló en la temporada 2020-21 con Jorge Almirón en el banquillo y en la 1988-89, el peor ejercicio de siempre del Elche en la máxima categoría.
Hace dos temporadas, pese al socavón en el que se cayó de octubre a febrero, el conjunto ilicitano, que había tenido un buen inicio, logró salvarse del descenso con agonía de la mano de Fran Escribá.
Peor fue la cosa en la 1988-89, en la que el Elche descendió a Segunda como colista destacado tras encadenar desde la jornada 23 a la 38 sin ganar un solo encuentro, sumando solo tres empates durante este periodo.
Por si fuera poco, entre los posibles rivales del Elche por la permanencia se han colado Sevilla y Espanyol, dos equipos de gran potencial que seguramente, apoyados en su potencial deportivo y económico, despegarán. Los equipos con los que el Elche debería poder mirarse cara a cara, como Girona, Mallorca, Valladolid o Almería, ya están a una distancia kilométrica.
Frustración
Gerard Gumbau, centrocampista del Elche, dejó claro tras el partido el sentir del equipo. “Estamos frustrados porque no nos salen las cosas”, comentó el catalán, quien dijo estar “decepcionado” por no poder ofrecer a la afición esa primera victoria que ayude a cambiar la dinámica. En cuanto a las opciones de permanencia, el jugador admitió que tal y como está la clasificación “es difícil ser positivo ahora mismo”.
“Pero pido a la afición que siga creyendo. Estamos en Primera, la máxima competición a nivel nacional, y eso es un premio a los últimos años, en los que hemos estado haciendo las cosas bien. Ahora parece que todo va en contra, pero hay que persistir”, argumentó. “La vida es así y más cuando están en equipos que luchan por salvarse, en los que siempre habrá más tristezas que alegrías y hay que currar el doble para conseguir las cosas”, reflexionó el catalán.
A pesar de la crítica situación del Elche, Gumbau aseguró que “queda mucha Liga”, por lo que se resiste a rendirse. “¿Por qué no centrarnos en lograr una victoria que nos permita mirar para arriba?”, se preguntó el futbolista, quien admitió que el factor psicológico también está pesando en el grupo. “Si te paras a pensar en todo lo que hay que hacer para lograrla (la permanencia) te puede entrar la ansiedad de verlo muy difícil. Hay que ir al día a día, porque si no se nos va a hacer muy largo”, argumentó.