El Elche afronta los últimos días del mercado de fichajes de verano con interés real por coronar su plantilla con algún fichaje que ayude a dar un salto de calidad, pero sin las angustias ni urgencias de otras ocasiones. Las buenas sensaciones que ha dejado el equipo ilicitano en este inicio de la competición, en el que ha sumado dos empates y encajado solo una derrota, ante el vigente campeón, invitan al optimismo, pero tanto el entrenador, Fran Escribá, como la dirección deportiva, liderada ahora por Sergio Mantecón, y la propiedad quieren más.
El objetivo prioritario ahora mismo es un medio centro ofensivo que eleve la competencia en esa zona. El Elche ha repoblado su medio campo con la llegada de Omar Mascarell y la presencia de los jóvenes canteranos Jony Álamo y César Moreno. También pueden incrustarse en el medio como ocasionales medias puntas Pablo Piatti y Fidel Chaves, pero la sensación es que hay poco fondo de armario y demasiados parches. Y el cuerpo técnico desea contar con un especialista para unir el medio campo con el ataque.
Tampoco se descarta alguna otra operación, como la incorporación de un futbolista de banda que pueda aumentar la competencia con Fidel Chaves o la de un delantero. Eso sí, siempre y cuando el mercado, que suele enloquecer en las horas previas a su cierre, ofrezca esta posibilidad.
El Elche trabaja a destajo, pero con la tranquilidad de que las necesidades más urgentes han quedado cubiertas con la llegada a la entidad de Omar Mascarell y de Darío Benedetto. Ambos son dos refuerzos que dan un salto de calidad y que eran pretendidos, además, por clubes con aspiraciones europeas.
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Lo que tiene claro Escribá es que el club, con la propiedad, Christian Bragarnik, al frente sigue trabajando para mejorar la plantilla. "No tenemos el potencial económico de otros equipos, pero que nadie dude de que se está trabajando", ha afirmado el técnico valenciano tras el empate ante el Sevilla de este sábado.
Pase lo que pase, Escribá, que no puede garantizar la llegada de un nuevo jugador, afirma estar “contento” con la actual plantilla que tiene, muy mejorada en su opinión en defensa y ataque con respecto al pasado curso.
"No vendrán fichajes para rellenar fichas. Prefiero contar con 21 jugadores que tener 24 y que tres de ellos apenas cuenten. Es algo que no nos podemos permitir ni deportiva ni económicamente", ha reflexionado esta misma semana el preparador.
Desde el club franjiverde se intenta cerrar, por lo menos, un fichaje antes del 1 de septiembre, pero no se descarta nada. Bragarnik, representante de jugadores en Argentina y buena parte de Sudamérica, ya demostró el año pasado tener nervios de acero para apurar hasta el último día, en el que logró concretar hasta seis operaciones.