Todo campeón se hace a base de esfuerzo. El éxito logrado por Ilia Topuria está atravesando todas las barreras y ha dado el salto a la gran pantalla con su película documental Topuria: Matador, donde hace un repaso de sus orígenes más humildes y su llegada a Alicante antes de convertirse en una estrella.
El largometraje, estrenado el pasado 19 de septiembre comenzó siendo la película española más vista en su primer día en cartelera en más de 180 cines de España y situándose en entre las tres que más recaudaron de la taquilla española.
La producción de Señor Mono, con la participación destacada de Movistar Plus+ y distribuida nacional e internacionalmente por Filmax, narra la historia desde sus inicios, profundizando como nunca antes en su vida personal y dando a conocer nuevos detalles de su llegada a Alicante.
Como una oda a la superación, se hace un recorrido desde la Georgia en guerra y su llegada a España hasta llegar a sus dos últimas peleas, contra Josh Emett y Alexander Volkanovski, a quien venció en febrero para proclamarse campeón.
El Matador nació en Halle, una localidad de Alemania, aunque sus padres son de origen georgiano y se mudó junto a ellos a Georgia cuando apenas tenía siete años. Allí, él y su hermano Aleksandre Topuria conocieron y practicaron la lucha grecorromana, y es cuando empezaron a interesarse por las artes marciales mixtas.
Sus padres, muy presentes en la película, cuentan en el documental lo duro que fue dejar a sus hijos en Georgia para buscar una vida mejor en Alicante. Los hermanos tuvieron que ser criados por sus hermanas y es ahí, lejos de sus "héroes", como los llama Ilia, es cuando empezó la guerra.
Topuria cuenta las dificultades que tuvo que pasar en Georgia durante la guerra contra Rusia. Sin agua, luz, con poca comida y con las bombas cayendo, el hispano-georgiano ganó una fortaleza mental que le llevaría años más tarde a lo más alto.
Llegada a Alicante
El gran giro de su vida llegó a los 15 años, cuando pudieron llegar a Alicante para vivir con sus padres. Desde entonces comenzaron a ir al gimnasio Climent Club, ubicado en la calle Burgos, mientras iban al instituto.
Llegado el momento, los hermanos se armaron de valor y les dijeron a sus padres que no querían seguir estudiando para dedicarse a pelear. Sus padres accedieron, pero para ganarse la vida tuvieron que compaginar pequeños trabajos con los duros entrenamientos.
En un momento del documental, Ilia y Aleksandre aparecen en la playa del Postiguet de Alicante rememorando cuando trabajaban poniendo hamacas en el turístico arenal.
Los hermanos cuentan que, a pesar de ser adolescentes, hombres adultos les retaban a luchar amistosamente debido a la fama que tenían. Los jóvenes conseguían derribar y dominar a sus adversarios, mucho más grandes y pesados que ellos, para sorpresa de los bañistas.
Cuando vieron que podían dedicarse a pelear, dejaron el trabajo y el resto es historia. El ascenso de Ilia culmina con la victoria contra Alexander Volkanovski que le hizo conseguir el título de campeón del mundo de la UFC en peso pluma.
Ahora se prepara para escribir otro capítulo en la historia en el combate en el que se enfrentará contra Max Holloway el próximo sábado 26 de octubre en Abu Dabi para retener su cinturón.