Más de diez mil esculturas diferentes revolucionaron desde China la arqueología casi cincuenta años atrás. Ahora el Museo Arqueológico de Alicante pretende cambiar la imagen que tenemos de los guerreros de Xi'an en su nueva exposición, El legado de las dinastías Qin y Han. El comisario de esta muestra, Marcos Martinón-Torres, avanza que una forma de hacerlo aparte de la espectacularidad del montaje del Marq será contando cómo trabajaron y los colores que eligieron los artistas que esculpieron la mayor tumba de un emperador.
Con la lógica excitación de quien está listo para presentar al público un trabajo de años, Martinón-Torres pone las expectativas altas sobre lo que se verá a partir del 28 de marzo en las salas del Marq. "Es histórica para Alicante para España y para Europa porque esto es un evento de repercusión mundial", valora, "porque es la primera vez que se presenta la colección que ya está aquí dentro del Marq en todo el mundo. Nunca se había presentado como se va a presentar aquí esta selección de objetos".
Estos días están ajustando las más de 120 piezas que han venido desde China con los elementos que desde Alicante las acompañarán en las tres salas que ocuparán. Entre esta serie de piezas originales, con nueve guerreros y un caballo como destacados, "no habían estado en esta amplitud en España nunca". De hecho, esto representa la piedra angular en el aniversario de los cincuenta años de relaciones diplomáticas contemporáneas entre el gigante asiático y España, como recuerda.
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"El Ejército de Terracota de Xi’an y el mausoleo del primer emperador son el icono patrimonial más importante de China por su valor que tienen ilustrando su historia", razona el comisario. "Pero tiene una repercusión en el presente porque su descubrimiento marca el comienzo de la modernidad en China", añade. Por eso recalca el valor patrimonial y simbólico que tienen estas esculturas: "Es algo que quieren compartir con el mundo, como hacen, pero al mismo tiempo son muy cautelosos a la hora de con quién lo comparten y cómo".
El Marq se vuelve a convertir en el mayor embajador cultural de Alicante y uno destacado de España, como ya hizo antes con Irán, con esta exposición que coincidirá con el aniversario del 29 de marzo de 1974. Aquel viernes se encontró casualmente la primera de las esculturas de esta tumba. Ahora, Martinón-Torres quiere que con esta exposición se explique cómo fue aquella historia y también reivindicar a los artistas anónimos que crearon las miles de piezas diferentes de estos guerreros que acompañaban al más allá al emperador Qin Shi Huangdi.
Los invisibles
"Cuando hablamos de imperios y antiguas civilizaciones siempre tendemos a hablar de las grandes gestas de esos reyes, faraones y emperadores", razona el comisario. "Y a veces nos olvidamos de que los que sostienen los imperios son los vasallos anónimos", añade. Una idea que se plasma en este caso "de manera más concreta y palpable en los que fabricaron estas obras de arte, artesanía y tecnología que vemos aquí fueron otros seres humanos que dieron sus esfuerzos sus conocimientos y en muchos casos sus propias vidas en la fabricación de los guerreros y de todo el mausoleo".
A partir de ahí, Martinón-Torres decidió apostar por hacerlo explícito al presentar una grandiosa exhibición: "Me parecía adecuado contar la historia que todo el mundo espera de la unificación de China, pero también hacer una especie de homenaje a esas personas que son los verdaderos artífices de lo que aquí vemos". Esta es la otra cara con la que establece un puente de más de dos mil años.
El propósito de este catedrático en la Universidad de Cambridge que lleva 17 años colaborando con los arqueólogos chinos en Xi'an es mostrar a los "otros héroes invisibles, que aquí se harán visibles". Ellos "son los investigadores que primero descubrieron después restauraron y después investigaron y siguen investigando con las más avanzadas técnicas científicas los restos que allí aparecen".