Alicante

El vigésimo aniversario del Mubag se celebra con El siglo XIX. La colección a la luz, una exposición que renueva la colección permanente. Con ella el museo de Bellas Artes Gravina destaca el cambio producido en sus salas recuperando las ventanas cerradas en su apertura para que iluminen ahora el espacio. Y el Museo del Prado ejerce de particular padrino en esta celebración al anunciar la ampliación de sus depósitos prestados en Alicante.

"Todas las cosas evolucionan y también lo hace nuestra mirada", explica la vicepresidenta Julia Parra en la presentación ante los medios. Y en esos cambios destaca que se mantiene "con todo lo bueno de su trayectoria, pero con la mirada puesta en un presente y un lugar más destacado en el arte del siglo XIX".

A fortalecer ese papel le corresponde en gran parte los fondos del Prado. Parra agradece que la pinacoteca nacional "ha compartido esa ilusión por la confianza mutua que llevamos cultivando desde hace muchos años". No es la única relación construida que suma en esta renovación. El listado incluye otros destacados centros como nueve de la Colección de Arte Banco Sabadell, dos del Ayuntamiento de Alicante, el de Bellas Artes de Valencia, el Museu Nacional d'Art de Catalunya, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, una de Patrimonio Nacional, una de la Fundación Elisa Tomás Yusti y tres de colecciones particulares.

La suma de todos ellos, más los propios, se recogen en las 69 pinturas y 6 esculturas más otras piezas de arte suntuario. Estas se exhiben en una remozada primera planta en la que destacan que se mejora la visibilidad con la apertura de las ventanas originales, se acompañan de cartelas que incluyen el inglés y la introducción de pantallas en las que muestran los nuevos recursos audiovisuales e incluso de poemas.

Más siglos a la vista

La nueva dirección de Jorge Soler ya había avanzado la línea de apertura a otras épocas en las que quería manejar el Mubag. Ahora se destaca más con la exhibición del arte religioso, el primero con el que empezó la colección de la Diputación de Alicante, que arranca con piezas de los siglos XVI y XVII. De esta forma, su discurso expositivo abarca hasta la actualidad. Y ya avanzan que dos de los préstamos del Prado no pertenecen al siglo XIX y formarán parte de un nuevo proyecto.

Soler se ha encargado de comisariar esta nueva exhibición permanente junto a María Gazabat y María José Gadea. En ella han querido representar las tendencias artísticas del agitado siglo XIX a través de siete áreas: La imagen de Alicante, el puerto, El viaje como aprendizaje, El pasado rescatado, La pintura, testigo social, El retrato como símbolo social, Hacia el cambio de siglo y La emoción en torno al rostro.

El arquitecto Ángel Rocamora ha aportado las soluciones para que la recuperación de las ventanas no haga perder el codiciado espacio expositivo necesario para mostrar las obras de muy gran formato habituales de la época. Así, habilitan las paredes siguiendo el modelo de las enrejadas guías con que se guardan en los depósitos.

En ellas y otras paredes aparecen los 25 lienzos del Prado que se pueden ver en el Mubag. Por ahí pasan nombres como Luis García Sampedro y su ¡Perdonar nos manda Dios!, la obra de Federico Godoy En la playa del Sanatorio de Santa Clara o los dos retratos realizados por Manuel Benedito a la actriz Mercedes Pérez de Vargas y a Leticia Bosch-Labrús, duquesa de Dúrcal.

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