Ante la ausencia de oposición en las Cortes Valencianas por parte de PSPV-PSOE y Compromís, y coincidiendo con el inicio del curso escolar, los movimientos de izquierda pancatalanista ya han dado un paso al frente contra las primeras medidas tomadas por el nuevo conseller de Educación de la Comunidad Valenciana, el popular alicantino José Antonio Rovira.
De este modo, ayer La Cívica-Escola Valenciana a través de su portavoz en l'Alacatí, Ismael Vicedo (ligado históricamente a Compromís) emitió un comunicado con su hoja de ruta frente al Consell de Carlos Mazón en el que directamente exigen al conseller: "No crear polémicas académicas en los centros educativos sobre la unidad de la lengua catalana".
Nada más alejado de las líneas de trabajo de la Conselleria, que pretende poner el foco "para que todo el alumnado de la Comunidad Valenciana conozca el valenciano". En este sentido, para el nuevo equipo de Educación, "el conocimiento del valenciano, como lengua cooficial que es, está más que garantizado, y se va a fomentar, algo muy distinto a imponer, como se ha visto en épocas pasadas".
Así, ante la exigencia La Cívica de que Educación "asegure que el alumnado, cuando termine su etapa obligatoria, alcance las competencias lingüísticas en valenciano y tenga las mismas competencias en valenciano y castellano", desde la Conselleria recuerdan que "hay que tener en cuenta que vivimos en una región bilingüe, con zonas castellanohablantes donde el valenciano está exento".
Por eso, frente a esa exigencia de la izquierda pancatalanista, Educación afirma que "tiene todo el sentido que los alumnos de estas zonas conozcan el valenciano a través de la asignatura específica, pero carece de toda lógica no dar clase de valenciano y en cambio dar en esta lengua otras asignaturas", como ha ocurrido desde que Compromís y PSPV-PSOE pactaron la Ley de Plurilingüismo.
Construcción de centros
Desde estas organizaciones que dicen "trabajar desde la unidad de acción entre las diferentes organizaciones sociales, educativas, culturales, políticas y sindicales que formamos la Plataforma en Defensa de la Enseñanza Pública de Alicante", insisten en mantener los planes de construcción de centros que inauguró el bipartito de izquierdas como "Plan Edificant".
Una opción que no es del agrado de la nueva Conselleria, para quien el "Edificant", "nació como una buena idea, pero con el paso del tiempo se han detectado problemas, como el elevado precio de los materiales y la lentitud burocrática que han desfasado y alargado obras.
En este sentido, la Conselleria dispone de una Dirección General de Infraestructuras Educativas que está evaluando el Plan Edificant para determinar su estado y viabilidad. Si funciona bien se seguirá adelante.
Distrito único
Además, otro de los puntos de confrontación entre los dos modelos es el denominado "Distrito Único", un proceso de admisión por el cual los aspirantes a estudiar en un centro público pueden solicitar cualquier centro de la Comunidad.
Desde la Conselleria de Rovira ya se trabaja en el Distrito Único con la intención de que entre en marcha el próximo curso. "Es un tiempo ajustado en tanto que tiene que estar listo antes del proceso de admisión de los alumnos. El distrito único favorece la libertad de elección de las familias, en tanto que pueden optar en igualdad de condiciones a cualquier centro educativo y valorar elegir entre diferentes proyectos educativos", afirman.
Violencia de Género
La Cívica-Escola Valenciana también duda de que el nuevo ejecutivo de Mazón (PP-Vox) mantenga las campañas y la prevención de violencia de género en los centros educativos.
Para la nueva Conselleria, sin embargo, estas campañas informativas entre profesorado y alumnado "están garantizadas con la presencia de los coordinadores de convivencia de los centros que no solo se mantienen, sino que además se ha aumentado el número de orientadores en casi 500 más que el curso anterior y que estarán destinados a la atención completa del alumnado".
Y por último, las asociaciones pancatalanistas de Alicante cuestionan la vocación de los nuevos equipos de la Generalitat para reducir los ratios en los centros educativos público.
Ante esas sospechas desde Educación dan cifras claras: "Se trabaja en bajar las ratios de todos los centros. A grupos más reducidos, atención más especializada. Las ratios del curso 23/24 son muy similares a las del curso anterior, situándose en 21 alumnos en educación Infantil y Primaria, en Secundaria 24,4, y en Bachillerato 29 alumnos".