Alicante lidera la salida de estudiantes Erasmus+. El programa que promociona el estudio internacional de los mayores de 50 años tiene en la Universidad de Alicante uno de sus bastiones al lanzarse a ponerlo en marcha. "Es la primera vez que se permite", explican sobre esta nueva línea. Y con ello fomentan "recuperar derechos", como defienden estos universitarios de la tercera edad.
Antes de inaugurar la presidencia de España en la Unión, el vicepresidente de la Comisión Europea Margaritis Schinas ya lo alababa en una visita a la ciudad que en la UA "tienen un programa muy interesante, singular, de Erasmus para los mayores de 65 años".
La directora de la Universidad Permanente de la UA, Marian Alesón, destaca que este programa "es innovador porque es la primera vez que se pueden enviar a gente de más de 50 años en programas universitarios". Y resalta que estos participantes se caracterizan por su "compromiso europeo muy importante, son los padres de los niños que se fueron primero de Erasmus".
A diferencia del programa juvenil, el Erasmus+ maneja estancias más cortas. Miguel Ángel Úbeda con 69 años cogió las maletas para marcharse en mayo a Polonia por ocho días. "Conocimos esta convocatoria por los correos que enviaba la universidad", cuenta sobre esta línea. No se lo pensó ya que lleva once años estudiando en la universidad permanente y se manejaba en el inglés que requerían para poder recibir la formación. "Teníamos clases o actividades mañana, tarde y casi noche", puntualiza como sus compañeros sobre su estancia.
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En ese tiempo él y los primeros compañeros que se lanzaron conocieron el funcionamiento de la universidad de la tercera edad y la historia de la ciudad, "Fue una semana intensa" en la que también presentaron ellos las actividades que desarrollan en la permanente. "La pena es que no hayan sido un mes o seis meses porque entonces sí que podríamos haber hasta intentado hablar algo de polaco", asegura.
Isabel Capitán, con 66 años, se ha marchado a Islandia con este programa en 2023. Desde los 50 ya participaba en la permanente y había hasta ido con líneas anteriores que también se habían desarrollado en el extranjero. Del 7 al 15 de mayo ha tenido la ocasión de estar en la capital, Reikiavik, para conocer en 50 horas lectivas el funcionamiento del país.
"Estuvimos conviviendo con ellos y fue muy provechosa porque se aprende en todos los sentidos", valora Capitán. Tanto que ya está pensando en poder apuntarse de nuevo. "Es una oportunidad, no solamente de conocer a los anfitriones, sino de conocer la sociedad islandesa, y practicar el idioma vehicular, que era el inglés".