La petición de licencia de la Consellera de Educación al Ayuntamiento de Alicante para la construcción del nuevo Colegio La Almadraba de Alicante ha quedado en suspenso por falta de documentación esencial a la espera de que se subsane en 10 días. Según ha posido saber EL ESPAÑOL De Alicante por fuentes municipales, la solicitud es inasumible "a sabiendas", puesto que la Conselleria sabe qué documentos debe aportar porque lo exige la normativa.
El pasado 3 de marzo, desde la Conselleria de Educación que dirige la nacionalista Raquel Tamarit (Compromís), se filtró a algunos medios de comunicación que ya se había solicitado licencia para la construcción del Colegio La Almadraba de Alicante, después de varios años con sus alumnos en barracones en el Instituto Radio Exterior. Y que se hacía por una especie de procedimiento "simplificado" exigiendo con ello celeridad al Consistorio para que otorgase la licencia.
La consellera trataba así de salir al paso de las manifestaciones y críticas (desde hace años) de la comunidad educativa en esta zona de Alicante que se aglutinan en la plataforma 'Por un espacio digno para aprender' de alumnos, padres y profesores. Tras un pleno municipal donde quedaron claros los incumplimientos de la Conselleria y, sobre todo, a menos de 100 días de las elecciones autonómicas y municipales.
No obstante, según ha podido saber El ESPAÑOL, cuando Educación hizo estas declaraciones no había entrado todavía la petición de licencia en el Departamento y lo hizo tres días después, el 6 de marzo. Además, obviaba los requerimientos de la Ordenanza Municipal Reguladora del Procedimiento para otorgar las licencias Urbanísticas y Ambientales, que la Conselleria conoce porque no es la primera vez que hace este trámite.
Así, junto al escrito de solicitud de licencia faltaba la presentación de Proyecto Básico redactado con memoria descriptiva y justificativa, con indicación expresa de su adecuación al entorno y del cumplimiento de la normativa urbanística. También, el presupuesto de las obras dividido por capítulos.
Además, tampoco incluía el plano de situación referido a la cartografía del Plan General, ni el plano catastral de la parcela, ni el plano de emplazamiento o los planos acotados de las plantas, alzados y secciones que definan el edificio y la intervención a realizar.
La documentación adolece también del anexo de obras ordinarias de urbanización, los documentos de la dirección técnica, aceptando la dirección facultativa de las obras, la nota simple del Registro de la Propiedad acerca de la titularidad de la parcela o datos esenciales como la necesidad de la instalación de una grúa y la disponibilidad de pago de tasas por la ocupación de ésta.
Carecía además del proyecto técnico de las infraestructuras comunes de telecomunicaciones; el estudio de gestión de residuos, incluida la gestión de residuos de construcción y demolición, incluyendo, la fianza o garantía financiera de la correcta gestión de los mismos; o la acreditación del abono de la tasa correspondiente.
Tampoco aparece el proyecto de actividad con la descripción detallada de la actividad y las fuentes de las emisiones a la atmósfera, al agua y al suelo, los sistemas correctores y las medidas de prevención y la reducción de dichas emisiones, ruidos, vibraciones, calor, olores y vertidos al sistema de saneamiento o alcantarillado municipal; los relativos a incendios, accesibilidad, seguridad o sanitarios.
Además, faltaban muchos otros planos necesarios que hay que remitir al Ayuntamiento antes de éste pueda otorgar la licencia: plano de Calificación Global de Suelo del Plan General; plano de alzado y sección del local; plano de planta del local (con su distribución, situación de la maquinaria, equipos e instalaciones; las acometidas de las redes de servicios urbanos; las medidas correctoras; o el plano croquis donde se localice el local objeto de la licencia dentro de la finca.
Y así, hasta 30 documentos inexistentes en la petición de licencia, aseguran las mismas fuentes, que son imprescindibles para la concesión de una licencia municipal de este tipo ya que redundan en la seguridad de los trabajadores y los posibles destinatarios de la construcción que se va a realizar.