Los directores de los institutos de la Comunidad Valenciana están muy molestos con los retrasos en la publicación del Currículo Lomloe (Ley Celaá), que les tiene en un limbo sobre la organización del próximo curso escolar. Por el momento sólo se conocen borradores, pero así, les es imposible llevar a cabo el trabajo que tiene que hacer antes de septiembre.
Sin esa publicación, insisten, "no hay posibilidad de dar instrucciones para la modificación de los Planes Lingüísticos de Centro (PLC)" que obliga la Ley de Plurilingüismo que aprobó el Botánico en 2018. No en vano, "con la aparición y desaparición de materias, lo que parece evidente es que muchos centros tienen necesidad de modificar sus PLC y a día de hoy no hay instrucciones", se quejan.
Esta circunstancia se agudiza en las comarcas de predominio lingüístico castellano como la Vega Baja alicantina, donde padres y profesores son más reacios a las imposiciones lingüísticas del Consell (PSPV-Compromís). Y de nuevo critican que desde la Generalitat se haya renunciado al desarrollo normativo de esa ley para impedir contenciosos contra ella. La misma estrategia que se está utilizando desde el fin del Gobierno de Mariano Rajoy, cuando el ejecutivo de Pedro Sánchez evitó recurrir la ley en instancias nacionales.
[Más del 70% de los centros de la Vega Baja alicantina se oponen a la imposición del valenciano]
De hecho, el artículo 19.3 de la Ley de Plurilingüismo establece claramente que "los Proyectos Lingüísticos de Centro (PLC) y las ulteriores modificaciones propuestas por los centros educativos tendrá que autorizarlos la conselleria competente en materia de educación antes del inicio del procedimiento de admisión de alumnado del siguiente curso".
Y esa fecha de admisión del alumnado es hoy, martes 5 de julio (publicación de las vacantes provisionales existentes para el proceso de admisión del alumnado). Es por ello por lo que los directores y sus equipos denuncian que están las Conselleria les ha dejado en una situación de "inseguridad jurídica".
Según explican los directores de los centros, las familias han participado en el proceso de admisión sin conocer la versión definitiva de los PLC que estarán en vigor en el curso 2022-23. "¿Cómo y cuándo se promoverá la participación de las familias en la elaboración y aprobación de los nuevos PLC? ¿En la última semana de julio en un consejo escolar al que no acudan ni los dos tercios de sus miembros?", se quejan.
Libros y profesores
Además, los claustros y equipos directivos están publicando listados de libros de texto para unas supuestas asignaturas que se impartirán en determinadas lenguas vehiculares, sin que se tenga constancia oficial de que las propuestas de PLC de los centros vayan a ser aprobadas por Conselleria.
Así las cosas, añaden, los centros van a dar orden de adquisición de material para el banco de libros sin contar con el respaldo de un PLC oficial para el 2022-23.
Por último, las direcciones de los centros educativos están definiendo los requisitos lingüísticos que se necesita cumplir por la plantilla de profesorado para dar respuesta a unas supuestas necesidades que no cuentan con el respaldo de un PLC en vigor.
"¿Qué pasará si se ofrecen plazas con determinado requisito lingüístico, ya sea valenciano o lengua extranjera, y que tales necesidades de plantilla no respondan a un plan lingüístico de centro en vigor en determinados centros educativos?", explicaba ayer un director a este diario.