Un borrador de cien páginas para un libro de autoayuda a jóvenes cineastas se ha transformado en una entrevista que recorre la vida del cámara Luis Colombo. Y desde los rodajes salvajes de Jess Franco hasta las pruebas de Vin Diesel para rodar Aníbal en Alicante, el camino es largo.
En Luis Colombo. Yo fui cámara de... las preguntas de Martín Sanz van dibujando la vida de un profesional que "es historia viva del audiovisual alicantino", como resume el periodista. "Es un magnífico cámara y tiene un archivo gráfico que es una barbaridad porque quizá sea el mejor archivo de Alicante", cuenta.
Su colección retrata las diferentes etapas de la producción cinematográfica en España. Y como si fuera un maestro en los bajos presupuestos al estilo de Roger Corman y su biografía Como hice cien films en Hollywood y no perdí ni un céntimo, Colombo recuerda que su primera película la rodó con los descartes de otras.
"Cuando se rueda una película", explica, "los metros que sobraban, los descartes, los utilizaba para rodar películas de serie B". En la época en que el cine aún se rodaba con películas de celuloide, el negativo que se quedaba sin usar le podía servir. "Te tienes que planificar, pero sí que te da", cuenta risueño. Su secreto era la organización. ¿Un plano máster? Necesitaba al menos cuatro minutos. ¿Planos de recursos? Le bastaban segundos. Así llegó a hacer Comando Terrorista en 1987.
El libro
Escuchar a Colombo repasar sus anécdotas o leerlas en el libro que publica ahora el Instituto Gil-Albert supone redescubrir una época muy diferente. Así vio la oportunidad Martín Sanz hace años cuando le entrevistó para una sección semanal en ABC y luego lo recuperó para el formato largo de las entrevistas río con que presenta las largas conversaciones en persona, por teléfono y por correo.
Con una pandemia por medio, el proceso de publicación hasta su presentación este miércoles en Benidorm ha sido largo. Por eso cuentan ambos que están contentos por ver al fin el producto de ese trabajo ya en sus manos. "Este libro ha tenido mucha vicisitudes", reconoce Sanz, "me recuerda a alguna de las películas que ha rodado con sus amigos Paul Naschy o Jess Franco, así que ha tenido muchas aventuras".
Los rodajes locos
Así le sucedió por ejemplo con La jungla del miedo, un proyecto de Franco que no se llegó a editar, y del que Colombo recuerda que fue el único del que consiguió el guion. Y quizás porque era una adaptación de un cuento de Poe, El escarabajo de oro. "Jess nunca me dio un guion, salvo este que lo conseguí y en inglés. La rodamos por las Fuentes del Algar, Elche, Benidoleig, Altea, Villajoyosa… Con un presupuesto mínimo, pero lo sacábamos adelante".
Hacía una década que Franco y Colombo se conocían. Lo que unió Sexo caníbal en 1980 les mantuvo trabajando de forma disparatada. "A veces rodaba tres películas al mismo tiempo", explica sobre el método del director que le volvía loco. "Al principio no me daba cuenta, pero el lunes estábamos en el safari Aitana con caníbales, y al día siguiente en la recepción del hotel Don Pancho en Benidorm".
Cuando Colombo le preguntaba cuál era la continuidad que debía de mantener en las escenas para que hubiera un mismo sentido, "me decía que iluminara como quisiera. Y es que eran tres películas diferentes". Según descubrió, "aprovechaba que tenía los técnicos para rodar las escenas pendientes que tenía de películas anteriores. Y así, al terminar de rodar, tenía las tres".
El 'Aníbal' de Vin Diesel
Sanz recalca que la trayectoria de Colombo y su paso por los estudios Ciudad de la Luz le permitió trabajar con grandes referentes, como Vicente Aranda, Bigas Luna o Antonio Banderas. Si estas películas sí que salieron y pasaron a la historia del cine español, con Vin Diesel no tuvo la misma suerte.
El actor americano vino a Europa con la intención de agilizar su gran proyecto sobre el militar cartaginés Aníbal. A principios de siglo, películas como Troya y Alejandro Magno intentaron continuar el éxito de Gladiator. En ese contexto, Diesel llevaba tiempo probando a que saliera adelante su versión. Y ahí pasó por unos grandes estudios que le ofrecían los escenarios naturales que podía aprovechar, Alicante.
"Vino buscando capital para rodar Aníbal, localizar elefantes... Era una película cara de hacer". Y durante las tres semanas que pasó el intérprete probando planos en la provincia, Luis Colombo estaba detrás. "Me llamaron porque necesitaba un cámara y me lo presentaron. Él es muy comunicativo y no va de nada por la vida", asegura. Para que las pruebas tuvieran más valor, alquilaron trajes de romanos en una compañía especializada de Madrid. "Después de tres semanas, se trajo a un chico que le hacía el storyboard en plan cómic". Y aquello fue lo único que quedó del proyecto, descartes de una producción que no pudo ser, de la que esta vez no podía aprovechar para rodar.