El proyecto de Pedro Sánchez para convertir España en el "Hollywood europeo" anima al sector audiovisual en la Comunidad Valenciana. Productoras y administraciones públicas esperan los siguientes movimientos y ayudas concretas. En Alicante, donde están los que fueran unos de los mayores estudios del continente, no hay rodajes porque el futuro sigue estando en la salud.
No suena el "americanos, os recibimos con alegría" que hace casi setenta años cantara Lolita Sevilla pero se acerca ese runrún en el sector profesional. El presidente Pedro Sánchez anunciaba "todos los incentivos administrativos y fiscales necesarios, así como todos los escenarios y localizaciones posibles para recibir nuevos proyectos y crear nuevas ficciones". Y lo hacía ante las plataformas de la televisión de pago: Netflix, HBO y Disney, entre otras.
El aleteo de este anuncio en Los Ángeles se está convirtiendo en una marejada en la Comunidad Valenciana. Así lo ha estado viviendo este lunes José Luis Moreno, director de Cinematografia en el Institut Valencià de Cultura. Como destaca, las llamadas de parte de asociaciones y colectivos audiovisuales están demandando respuestas. Y lo mismo pasa con las oficinas de rodajes, que esperan un nuevo impulso y piden a la Generalitat acciones con espacios como Ciudad de la Luz.
"A la Comunidad Valenciana le vendría muy bien", valora Moreno sobre el anuncio de Sánchez. Y lo lleva rápidamente al terreno económico, en el que este tipo de propuestas se manejan para prosperar, porque cree que serviría para igualar la oferta en España. "Los incentivos fiscales los tramita el Estado" y en este caso "estamos en desventaja frente a otros territorios como Navarra, País Vasco y Canarias, que los usan". De hecho, sobre las islas asegura que "tienen descuentos mayores, no solo en España sino en el resto de Europa".
Ciudad de la Luz
De ayudas y los problemas que pueden acarrear saben en la Sociedad de Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana. Allí se encargan de gestionar los activos de lo que fue Ciudad de la Luz, los estudios que cuando se lanzaron en 2005 venían con la ambición de ser unos de los más grandes de Europa.
Antonio Rodes, director general de este organismo, también valora que se lancen iniciativas para colocar mejor a España en el mapa de los rodajes. "Estaría bien que alguien pensara que Ciudad de la Luz está hecha y está aquí", cuenta. El problema, prosigue, viene de Bruselas que prohibió que se realizaran actividades económicas en estos estudios desde 2012 y por un plazo de 15 años.
Aunque el plazo está más cercano, y hay profesionales que piden que se aprovechen los fondos de recuperación europeos para hacer un trueque y adelantar el alzamiento del veto, Rodes es contundente al respecto. "No se está gestionando eso", recalca. Cada vez que quieren plantear algún tipo de acción ese espacio, como ahora con unos cursos formativos, tienen que pedir permiso y esperar respuesta.
Ayudas a rodajes
Desde que cerrara la actividad cinematográfica en los estudios de Aguamarga, las oficinas de rodajes en diferentes localidades han estado trabajando activamente para atraer este sector. Especialmente desde las áreas de turismo se ha considerado que puede aportar mucho valor al territorio.
Este mismo lunes, en el Ayuntamiento de Valencia, el concejal de Turismo anunciaba que se impulsará una ordenanza de rodajes para facilitar su llegada. En el caso de Benidorm llevan años trabajando activamente en ese sentido y han traído películas como Nieva en Benidorm y series como Fugitiva y Paraíso.
Las facilidades y otras gestiones que pueden hacerse a nivel municipal son importantes, pero como explican, más las son las ayudas económicas. Y ese es un campo en el que a escala autonómica se está esperando a que salgan las ayudas a rodaje. Moreno apunta que "con el tema del hub [anunciado por Sánchez] parece que las asociaciones de productoras quieren pedir que se avancen ya para 2022".
"Interés por ello hay", recalca el director de Cinematografía del IVC. "Atraer a una producción al territorio de la Comunitat Valenciana da una rentabilidad y genera un gasto en el territorio mucho más alto de lo que damos", asegura. Y así recuerda un estudio que encargaron desde su área en el que se destacaba que "por cada euro que damos de ayuda, se multiplicaba por cinco. Ya solo por lo económico salía rentable".