Tienen 13 y 16 años y para contar una historia ambientada en el Brasil colonial y con superpoderes decidieron que una novela era el mejor camino. Estos hermanos adolescentes lanzan desde Alicante El espíritu del rayo y aseguran que cuando sus padres se sorprendieron al contárselo "pensaba que nos abroncaban".
Rafael, el más joven de los Martínez Machado, arranca el primero para contar cómo empezó todo: "Nuestra abuela siempre nos contaba historias sobre el Brasil colonial y a partir de ahí empezamos a ver en sitios webs y libros y preguntar a los padres".
Sophia añade que eso les llevó hace tres años a recordar las historias en el cuarto y a ponerse "a escribir sin más". De esa forma seguía con su costumbre desde pequeña de ponerse a escribir. La diferencia es que esta vez en lugar de no terminarlas, como le solía pasar, siguieron y siguieron.
En su método de organización para escribir se revela la apuesta lúdica que habían iniciado: "Hacíamos juegos de piedra, papel o tijera o de consola y el que perdía, escribía y el que ganaba, daba ideas".
Ese método les funcionó en todo caso porque aseguran que el proyecto se les disparaba y podían llegar a las mil páginas. "Teníamos más ideas, todo el rato, y empezamos a ver que hacía muy largo", apunta Rafael.
Ese fue el punto de inflexión en su forma de organizarse que habían mantenido hasta entonces ya que "íbamos sobre la marcha y empezamos a hacer cada vez menos ideas para que haya un final, que no se alargara".
Hasta ese punto, no habían dicho nada a sus padres, Rafael y Renata, y cuando lo hicieron fue sin darle importancia. El pequeño se fue a su entrenamiento de baloncesto y la mayor, a la habitación a seguir con los deberes.
La alegre sorpresa que se llevó la madre, la primera que lo leyó, hizo salir del cuarto a Sophia. "Pensaba que nos iban a echar la bronca, pensaba que había roto algo", recuerda. Y cuando su hermano entró a casa, todos estaban hablando emocionados "y no entendía nada".
Renata interviene en ese punto de la entrevista y recuerda que durante la pandemia cuando decían que se aburrían su marido les recomendaba que abrieran un libro "y estaban tranquilos y llamaban y preguntaban algunas a mi madre, pero normal. Y un día se me acerca Sofía con unas hojas en papel".
¿La broma?
De lo que pensaban que "era un texto y ya", sus padres pensaron "que podía ser un libro". Una idea que ni se les había pasado por la cabeza, aseguran. De hecho, Sophia pasó a pensar que "era una broma porque mi padre es muy bromista".
Y así siguió sin creérselo "cuando mi padre nos dice que han encontrado editorial", de manera que seguía yendo a clase con toda normalidad. Hasta que les enseñó la que podría ser la portada del libro.
Ahora compañeros de clase y profesores pueden comprobar los resultados de su inventiva, un libro que presentarán también en la Sede de la Universidad de Alicante el próximo sábado 21 a las 11 de la mañana.