El Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert busca sorprender para ampliar el público que acude a sus eventos por la provincia de Alicante. Ese es el propósito con el que su directora Cristina Martínez se lanza a la renovación de una de las instituciones referentes en el territorio: "Quiero dar más protagonismo al público".
En su primer encuentro oficial ante los medios, Martínez ha querido destacar el trabajo hecho desde que accedió al cargo a finales de octubre. "Por las actividades que habéis visto, me gustaría salir de conferencias y congresos al uso y dar más protagonismo al público".
Prueba de ello son las primeras jornadas DibuAlc que ha presentado este martes, pero en particular, la serie de clubes que ha organizado en diferentes áreas. "Hacemos un esfuerzo para que la gente reconozca y se sienta identificado con el instituto, no solo en Alicante, sino en toda la provincia".
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La voluntad de abarcar todo el territorio "es una línea fundamental", como recalca que insistieron tanto el presidente Toni Pérez como el diputado Juan de Dios Navarro. De ahí que "el objetivo es que sean actividades que lleguen a todas las comarcas". Y para ello tienen en cuenta el equilibrio entre las que se organizan en la ciudad con las que se realizan en las diversas comarcas "porque el Gil-Albert es provincial".
Para remarcar esa intención ha explicado que han enviado un cuestionario a los ayuntamientos para crear un catálogo de infraestructuras y centros culturales. A partir de estos datos, la intención es planificar mejor la distribución de exposiciones o la preparación de todo tipo de actividades "porque necesitamos espacios".
Al fomentar la expansión no se olvida de la promoción en la ciudad de Alicante, donde se encuentra la sede en la casa Bardín. Así, otra de los metas que se marca es que esta se conozca más "y que la gente sepa que ahí pasa algo que interesa".
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En esta atracción de públicos, Martínez recalca que su voluntad "es juntar a gente de diferentes edades". Un propósito en el que cree que ya se está haciendo camino gracias a la serie de clubes mencionados, con ejemplos como el dedicado a la música pop o la clásica, el de cine, uno de arte o ahora el de cómic: "Para mí es ese uno de los objetivos".
La variedad es una de las bases sobre las que construye su programa y por eso menciona ciclos como Circo al sol, Rostros con historia o Paseos de Arquitectura Contemporánea "para que conozcan el patrimonio" o "llevar a gente que conozca espacios que normalmente no se pueden ver, como el órgano de San Nicolás". "Y otra de las miras está en las nuevas tecnologías en la creación porque tenemos que estar al día".
Todas esas miradas que propone son fruto también de las décadas de trabajo en el periodismo, buscando sorprender a los lectores y hacerles reflexionar. Una experiencia en la que también valora el haber estado en contacto con toda clase de personas. Por eso concede que el periodismo "ha influido todo" al preparar su trabajo.
"Estoy trabajando en realidad con la misma gente con la que trabajaba desde el otro lado, donde estás ahora vosotros, pero desde otra perspectiva", razona sobre ese cambio. De antes aprovecha que "mi relación es muy buena con todas las instituciones" y que "tengo el punto de vista doble e intento pensar en lo que puede interesar a la gente y cómo comunicarlo".
Ese replanteamiento es lo que la ha llevado a insistir en una mayor visibilidad. "Por eso hacemos muchas campañas para que se nos vea desde fuera y nos conozca y que la gente no tenga que entrar: como la lectura del Quijote o el concierto del hall. Que la gente pase y lo vea".