Zaragoza

Lágrimas de alegría y tristeza han acompañado la celebración de los primeros actos oficiales de la fiesta en casi tres años. Las Hogueras de Alicante han encontrado en Zaragoza el lugar donde han podido plantar su monumento para luego quemarlo o disparar una mascletà. La emoción ha estado muy presente en todos estos actos, recordando a los que no han podido estar porque se han quedado en el camino, incluyendo a la belleza Jennie Morel.

El alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha hecho memoria y destacado la importancia de estos eventos en el encuentro realizado por la noche del sábado en el Ayuntamiento de Zaragoza. Y ahí ha recordado que fue en Granada "la última vez que quemábamos una Hoguera". Eso sucedía hace once años y desde entonces no se había olido la pólvora en las visitas de las Belleas a las otras ciudades.

Ese olor ha estado presente por partida doble en Zaragoza. Primero en una mascletà pasada por una lluvia fina que dejaba el sabor en la boca del pronto regreso de la fiesta. Luego a la orilla del Ebro, ante unas dos mil personas que han disfrutado de los fuegos artificiales de la pirotecnia Hermanos Sirvent.

Barcala ha reflejado el sentir de los centenares de alicantinos que se han trasladado a Zaragoza, tanto los miembros de la comitiva oficial como los muchos más familiares que no se han querido perder el evento. "Con el olor de la pólvora nos han temblado las tripas y nos ha hecho llorar de emoción", ha reconocido el alcalde. 

El fuego

El alcalde ha recordado ante los zaragozanos lo que representa quemar el monumento como "forma de vivir la fiesta, que es muy representativo de lo que queremos hacer y el cariño y respeto de una ciudad como Alicante". Y esa emoción que estaba en el ambiente, entre las Belleas y en las autoridades, es con la que se ha querido recordar que en este viaje de Zaragoza no han podido estar todos. "Permitidme que le dedique la Hoguera Jennie, que no ha podido venir, pero que nos está viendo y que va a quemarla hoy".

Esa demostración de afecto es también la que se ofrece a una ciudad en la que el alcalde vivió durante sus estudios de posgrado. "A Zaragoza volveremos porque sabemos que venimos a casa. Y cuando vengan a vernos los recibiremos con el mismo cariño".

A esas palabras le ha respondido la vicealcaldesa de la capital aragonesa, Sara Fernández. "Espero que os hayáis sentido acogidos, a pesar del tiempo", ha afirmado risueña en referencia a la lluvia del mediodía y la tarde. En su intervención ha enumerado los detalles con que ambas ciudades han demostrado la sintonía durante estos días y que devolverán con una próxima visita en junio.

"Ese amor lo hemos sentido especialmente cuando Marina y Valeria han dado la orden de que se iniciara la mascletà", ha añadido Fernández. Por eso ha considerado "un honor que esta fuera la primera cremà desde que se iniciara la pandemia y que estas primeras convivencias sean con nosotros".

 

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