El escritor Manuel Vilas (Huesca, 1962) ya se ha vacunado contra la Covid-19. Entre risas comenta que le han puesto la primera dosis de Moderna, y que los primeros efectos secundarios los sintió nada más salir de la consulta. “Me creía que era Superman”, eso fue lo que dijo cuando sus conocidos le preguntaron por la reacción.
Vilas estará en la 51.ª. edición de la Feria del Libro de Alicante, que tendrá lugar en la plaza Séneca del 21 al 30 de mayo. El escritor cree que la mejor forma de saber la opinión de la gente acerca de sus libros es hablando directamente con ellos. “Así se mide la temperatura de un libro”, dijo en una entrevista a la periodista ilicitana Mónica Carrillo.
Vilas, que ya inauguró la feria del libro alicantina en 2019 tras quedar finalista del Premio Planeta, estará este año también en ella para firmar ejemplares de sus últimas novelas. Entre ellas, Ordesa, su novela más conocida; Alegría, con la que casi consigue el galardón; y la última de ellas, Roma, un poemario publicado en 2020 sobre las calles de la capital italiana. Aunque Vilas no estará solo en la semana del libro alicantina, sino que entre la treintena de autores invitados, también está la escritora Ana Merino, su esposa.
Exceso literario
La novelista llegó a su vida en un momento crucial. Manuel Vilas estaba pasando por un proceso de doble duelo. Por un lado, la muerte de su padre, y por otro, la ruptura de su anterior matrimonio. En 2018 también aparecía Ordesa, su novela más popular, y los cambios en la vida del escritor se veían reflejados en su obra. El escritor admite que en su casa hay un “exceso de literatura”, pero que compartir profesión con la mujer que quieres es una experiencia muy enriquecedora.
Precisamente el amor será el tema central de su próxima novela, de la que todavía se desconoce el nombre pero cuya publicación está prevista para septiembre. En esta ocasión, Vilas escribe sobre una historia de amor ficticia ocurrida durante la pandemia.
Erotismo humano
Uno de los temas principales de la novela es el erotismo, pero entendido desde una versión griega. “Pensé que el virus atacaba la capacidad erótica del ser humano, todo aquello que hace que salgas de ti mismo. Por lo que escribí esa historia de amor maduro como una especie de esperanza humana frente a la enfermedad”, explica sin querer desvelar nada más.
La Feria del Libro de Alicante no es el primer acto presencial al que acude, sino que el novelista ya ha estado este año por las calles de ciudades como Gijón, Almería y Valencia, entre otras. Cuenta que tiene ganas de reunirse con los lectores alicantinos el próximo 21 de mayo.
“Lo que veo en todos los encuentros es que la gente tiene ganas de volver, tanto los lectores como los libreros. Hay ganas de retomar la programación cultural, pero sobre todo ganas de socializar con la cultura”, señala el escritor.