La delincuencia en Alicante ha aumentado exponencialmente en el campo de las estafas en los últimos dos años. Los delincuentes se han modernizado siguiendo el paso de la tecnología y usan sus conocimientos informáticos para intentar cazar a personas demasiado confiadas a través de modernos métodos que ponen en riesgo los ahorros a golpe de clic.
La Policía Nacional advierte del aumento desmedido de las infracciones, que hacen que en el último año hayan recibido en la provincia más de 1.200 denuncias de personas estafadas. Esto da una media de 100 al mes y más de tres cada día solo de engaños que superan los 1.000 euros.
El jefe del Grupo de Delincuencia Económica, el inspector Mariano Blanco, define la situación como "un horror". Además de su departamento, hay un grupo especializado en asuntos tecnológicos, redes sociales y pornografía infantil.
En su área, el policía admite que no dan abasto para investigar todos los casos: "Somos 13, pero si fuéramos 26 todavía estaríamos desbordados, es una cosa de miedo". La tecnología ha facilitado la vida a los malos, que han cambiado los cheques falsos o las tarjetas dobladas por los correos electrónicos y SMS, un sistema mucho más barato y con menos riesgo que las tácticas maliciosas de toda la vida.
Blanco lo ve "un chollo" porque ya no tienen que dar la cara y ni siquiera estar en la misma ciudad o país. El cambio de estrategia hace que la estafa tradicional sea "residual". "La gran mayoría no aparecen como autores de los delitos, ellos están fuera de España en paraísos fiscales y lo que tenemos aquí son las mulas, que son los que van a recoger dinero y a los que pillan primero", resalta.
El especialista señala que reclutan a sus colaboradores principalmente desde Instagram. Se les dice que les van a dar una cantidad de dinero si hacen una serie de pasos para la organización que casi siempre suele salir mal para ellos, que dan la cara por un porcentaje ínfimo en comparación al beneficio que saca el grupo criminal con la estafa.
El agente lamenta que estas redes internacionales no se puedan frenar debido a "la falta de coordinación internacional" que hace que para obtener información en países europeos haya que pedir órdenes al juzgado, lo que puede demorar el proceso un año.
Si bien detecta que en los últimos meses está habiendo una reducción de las denuncias, lo que atribuye a la mayor atención de las personas y a que están menos confiadas ante posibles fraudes a causa de la divulgación sobre estos delitos.
Principales estafas
Entre las estafas que más llenan los bolsillos de los delincuentes y vacían los de los alicantinos, destacan el phishing, el smishing y el 'hijo en apuros'. Todos ellos se basan en ingeniería social, una práctica ilegal de obtener información a partir de datos compartidos legalmente en internet a la hora de comprar un producto o aceptar permisos.
"Los hákers y ciberdelincuentes, cada vez que tú con el correo electrónico entras en un comercio, saben lo que compras y las cookies, hay gente que realmente solo trabaja para obtener datos acerca de dónde compras o no compras, y a partir de ahí ya te seleccionan como objeto de caza", cuenta Blanco.
Las personas que coinciden con el perfil buscado reciben correos simulando ser su compañía bancaria o un organismo público con enlaces que contienen virus maliciosos. Si pinchas, atacan las contraseñas de datos bancarios. "Después necesitan ir al siguiente paso. Normalmente, te llaman telefónicamente y te dicen que tienes unos cargos reales al saber tus datos, pero también aseguran que hay un cargo fraudulento. La víctima reconoce los datos al ser los reales, por lo que se fía", expresa el policía.
"Entonces, indican que van a intentar rechazar el cargo fraudulento y que necesitan un código que ha llegado a su teléfono. Ese es el paso que necesitan. Al dar el código están autorizando esa transferencia a una mula, que suele estar en Lituania, Italia o Alemania", comenta.
El smishing es el mismo sistema, pero a través de SMS. El que cambia el método es el 'hijo en apuros', aunque también se suele basar en la ingeniería de datos. En este caso, los estafadores se hacen pasar por un familiar cercano a la víctima que está en una situación complicada y necesita una transferencia en un periodo corto de tiempo.
Al poder obtener información de sitios como universidades, pueden saber qué jóvenes están estudiando en el extranjero, aumentando las posibilidades de éxito. Otros, sin embargo, lo hacen a lo bruto, mandando el mensaje a teléfonos aleatorios. Blanco recuerda que un detenido reveló que "al día hacía esta estrategia con 100 personas y siempre caían dos o tres con fraudes de 2.900 euros para que no haya problemas con el banco".
Cómo evitar ser estafado
El jefe del Grupo de Delincuencia Económica señala cuatro pasos que hay que seguir para evitar caer en estas trampas. "Hay que leer detenidamente el correo y comprobar que las páginas están en el protocolo de intercambio de archivos de internet HTTPS, la s significa seguridad. También comprobar si hay alguna falta de ortografía en la dirección", explica.
Otro consejo es que "no hay que descargar ni pulsar ningún enlace, eso es fundamental. El banco jamás te va a enviar cualquier información bancaria a través de un enlace". Otra advertencia del inspector tiene que ver con "tener muy actualizado sistema operativo, navegador y aplicaciones".