Desde que empezó su construcción hace más de 20 años, la Ciudad de la Luz de Alicante ha sido el comodín de la Generalitat Valenciana para desempeñar diferentes actividades en suelo público.
El que un día se consideró como "el mejor estudio cinematográfico de Europa" ha servido también como sede a la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, emplazamiento de las instalaciones de Distrito Digital, vacunódromo en tiempos de pandemia, y ahora con la guerra entre Rusia y Ucrania, campo de refugiados del segundo país.
La Generalitat Valenciana y el Gobierno del socialista Pedro Sánchez trabajan para que el centro de recepción de desplazados ucranianos que se ubicará en la provincia de Alicante sea el complejo de la Ciudad de la Luz. Fuentes oficiales han explicado que la Ciudad de la Luz de Alicante ya es uno de los tres centros logísticos de ayuda humanitaria de la autonomía valenciana. El "objetivo" es que se una a los centros de recepción que se ubicarán en Pozuelo de Alarcón (Madrid) y en Barcelona para acoger a los desplazados ucranianos por la guerra.
Alternativa al IFA
En una entrevista con RNE, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha explicado este lunes que el Ministerio trabajaba en localizaciones en la provincia de Alicante, al tiempo que ha confirmado que la Generalitat iba a ceder el suelo de la Ciudad de la Luz.
Técnicos de la Generalitat ya han visitado este lunes el complejo para ver la viabilidad de poder acoger a las centenares de personas que, se prevé, pueden llegar a este centro, un espacio "más grande" que la Institución Ferial Alicantina (IFA), aseguran desde la Generalitat, después de que el alcalde de Alicante, Luis Barcala, hubiera visto en IFA una "alternativa".
Por otro lado, tanto la patronal hostelera Hosbec como la Asociación Provincial de Hoteles y Alojamientos Turísticos de Alicante (APHA) han confirmado conversaciones con el Ministerio de Migraciones, el cual podría pedir un centenar de habitaciones para los desplazados como medida provisional, aunque estos colectivos han asegurado que no existe "ninguna petición formal".
El 'Hollywood' alicantino
Un total de 320. 000 metros cuadrados repartidos en seis platós de rodaje, con 11.000 metros cuadrados, tres edificios de producción, 16 hectáreas de exteriores, un edificio de oficinas valorado en 15 millones de euros y la guinda del pastel, el "mayor tanque de agua de Europa".
Así fue la Ciudad de la Luz original, un sueño del cineasta Luis García Berlanga, que el arquitecto americano, Gary Bastein, hizo realidad en 2005. El 'popular' Eduardo Zaplana impulsó este proyecto, que costó casi 500 millones de euros, y de cuya ampliación se encargó después Francisco Camps.
Hasta que la Generalitat Valenciana decidió cerrar oficialmente el complejo cinematográfico en el año 2014, Alicante fue el escenario de más de 60 producciones audiovisuales. Entre ellas, El camino de los ingleses (2006), Mentiras y Gordas (2008), Astérix en los Juegos Olímpicos (2008), L'Alqueria Blanca (2009) o Lo imposible (2012).
En el verano de 2019, la Ciudad de la Luz se convierte en la sede definitiva de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital y en la ubicación de las instalaciones de Distrito Digital.
Una de las principales razones que obligó al Gobierno valenciano a echar el cierre fue la falta de solvencia, derivada, principalmente, de la ilegalidad del proceso de expropiación de los terrenos sobre los que fue levantado el complejo. Razón por la que la Comisión Europea declaró también ilegales las ayudas concedidas para gestionarlo, un total de 265 millones de euros. En septiembre de 2020, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) decidió que la Genalitat debería pagar 20 millones de euros a los propietarios originales del suelo del 'Hollywood' español.
En 2021, la Ciudad de la Luz recibe uno de los 'papeles' más importantes de toda su exitencia. Se convierte en el vacunódromo de Alicante para inmunizar de forma masiva a la población contra la Covid-19. Ahora, el que llegó a ser uno de los mejores estudios cinematográficos de Europa servirá de nuevo al continente, pero esta vez como campo de refugiados de la población ucraniana que huye atemorizada de la invasión rusa y su dirigente, Vladímir Putin.