Agentes de la Policía Nacional han detenido en los municipios de Sevilla, Linares y Jaén a doce miembros de una red que falseaba matrimonios de conveniencia y operaba a nivel nacional. Los colaboradores de la red tenían fuertes conexiones en Alicante y Alemania.
Los detenidos cobraban alrededor de 6.000 euros a los inmigrantes que trataban de regularizar su situación en España, y el 50% de los beneficios de la operación era utilizado para pagar a las mujeres que accedían a casarse con ellos.
La investigación del caso comenzó el pasado mes de noviembre en Sevilla cuando la Policía Nacional tuvo conocimiento de la existencia de posibles matrimonios civiles y uniones de hecho entre mujeres de nacionalidad española e inmigrantes indios. La finalidad de estos acuerdos era conseguir la tarjeta familiar de residente comunitario, según ha informado la Agencia EFE.
Los miembros de la red, integrada por ciudadanos indios y españoles, se habían hecho con documentación falsa (contratos de trabajo fraudulentos) que presentaban en organismos oficiales. En los contratos aparecía el nombre de empresas reales, y en otros muchos casos entidades ficticias, así como empleados autónomos.
Los inmigrantes indios eran captados por la red en España, Francia, Italia y Portugal. Finalmente, se han detenido a cuatro personas en Sevilla y a otras tantas en Jaén y Linares. Asimismo, también se ha llevado a cabo un registro en el municipio jienense de Cazorla, donde residía el principal miembro de la banda.
Los detenidos han pasado a disposición judicial; cinco de ellos, acusados de integrar la organización; y el resto, de delitos de falsedad documental.
Otro caso en Almería
Según un artículo publicado por la Agencia EFE, el pasado mes de mayo, la Policía Nacional detuvo a cinco personas en Almería por integrar presuntamente un grupo criminal especializado en organizar matrimonios de conveniencia. En este caso, los enlaces se formalizaban entre ciudadanos europeos y personas de origen subsahariano.
La Operación Goliat fue llevada a cabo por agentes de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades documentales (UCRIF) de la Comisaría de Policía Nacional de Almería.
En este caso, la organización criminal reclutaba a mujeres de países como Rumanía y Bulgaria, quiénes llegaban desde sus países con la intención de celebrar un matrimonio civil, y después volvían a sus lugares de origen. La cantidad de dinero que les ofrecían estaba entre los 3.000 y los 5.000 euros.
Finalmente, los miembros de la banda pasaron a disposición judicial acusados de los delitos de dos delitos, uno de falsedad documental y otro contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.