Alicante

Para el concejal de Cultura de Alcoy, Raúl Llopis, la conocida como "Revolución del Petróleo" en verano de 1873 no sólo fue la primera gran revuelta obrera de España -con alguna excepción en Cocentaina y en el propio Alcoy años antes-, sino la que más relevancia internacional tuvo porque se producía dos años después de la Comuna de París. No en vano, Friedrich Engels le dedicó varios cometarios y reflexiones.

Y este hito histórico que se retroatrae a 149 años atrás, tendrá un amplio programa de actos y actividades dentro de un año. Para ello, Llopis ya se está reuniendo con todo tipo de asociaciones e instituciones para recabar las ideas y propuestas que mejor encajen el programa que se desarrollará en 2023, coincidiendo con su 150 aniversario.

Se está hablando de publicación de novelas, ponencias, preparación de unidades didácticas para institutos, conferencias e incluso el descubrimiento de una placa conmemorativa. La revuelta comenzó el 7 de julio y se desarrolló hasta el día 13, con la posterior represión y un largo juicio contra muchos trabajadores.

Los hechos

Para Josep Lluis Santonja, director de los Archivos y Bibliotecas de Alcoy, no sólo fue la primera revuelta obrera de España con repercusiones nacionales, significó "un momento de cambio del capitalismo desmedido y salvaje y el despegue del movimiento obrero".

"A partir de entonces es cuando empieza a legislarse contra la explotación laboral de mujeres y niños, comienzan las medidas de protección social, la reducción de jornada, las mejoras en los salarios y la creación de instituciones de protección como los círculos católicos obreros", añade Santonja.

Los hechos se producen en julio de 1873 y comienzan entre los obreros de las industrias textiles y de papel. Un proletariado industrial de corte anarquista, fundamentalmente, que ya había protagonizado pequeñas revueltas previas desde los años 20 que se intensificaron con la mecanización de las fábricas a mediados del siglo.

La revolución toma su nombre del combustible de las antorchas con el que protestaron haciendo arder fábricas y casas particulares. Nadie podía pensar que cuando en la noche del 7 de julio se acuerda acudir a la huelga general el día siguiente, los acontecimientos se precipitarían del modo en que lo hicieron.

El alcalde Agustín Albors Pelletes del Partido Republicano Federal se declara "neutral" en un primer momento. "No era el mayor problema de los políticos de entonces que estaban muy preocupados por el cantonalismo, la secesión de varios territorios de España como Cartagena o Alicante", recuerda Santonja. Y es que las tropas que se enfrentaron a los obreros estaban de paso hacia la ciudad de Alicante para contener ese cantonalismo que terminaría por acabar con la I República Española.

Tras varios encuentros infructuosos entre industriales, obreros y el alcalde los guardias abrieron fuego contra los trabajadores que acudieron a armarse. Engels llegó a afirmar que 5.000 proletarios lucharon contra penas 32 guardias durante 20 horas.

El alcalde Albors "Pelletes", arrastrado pro las calles.

El propio Albors usó su arma y fue apresado y ejecutado. Los revolucionarios mutilaron su cuerpo y lo arrastraron por las calles de Alcoy, de ahí el sobrenombre con el que fue conocido a partir de entonces "Pelletes". Fue una de las 16 personas que murieron en los sucesos, 3 trabajadores y 13 defensores del orden establecido.

Tras estos sucesos se produjo una violenta represión gubernamental de 5.000 soldados comandados por el general de Valencia, Velarde. Luego vino el juicio a 700 personas, de las que apenas 250 entraron en prisión, en la ciudad de Alicante. El proceso judicial duró 14 años y finalmente no hubo pruebas para condenar a nadie. Severino Albarracín, considerado el cabecilla de la revuelta, huyó y nunca fue detenido.