Las autoridades llevan meses alertando sobre el preocupante aumento de la criminalidad en la mayoría de los municipios de la provincia de Alicante, un territorio que no deja de elevar sus cifras de delincuencia con el paso del tiempo.
La provincia ha aumentado sus delitos un 2,4 % entre enero y junio, en relación con el mismo periodo de 2023. No parece mucho, pero este promedio calculado entre todos los pueblos alicantinos oculta grandes subidas en localidades específicas de hasta el 22 %.
Según los últimos datos del Ministerio del Interior sobre la delincuencia del segundo trimestre, que solo tiene en cuenta los municipios con una población superior a los 20.000 habitantes, estos son, de menor a mayor, los cinco territorios donde más se han multiplicado los delitos.
San Juan
San Juan es el quinto pueblo donde más delitos se han registrado en los primeros seis meses del año, con un incremento del 13,2 %. De entre las 17 categorías que recoge el Ministerio del Interior, 15 suben y tan solo dos bajan respecto al año pasado.
Los aumentos más significativos se dan en los delitos contra la libertad sexual, que pasan de uno a siete, lo que supone un 600 % más. Los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria también se disparan un 500 %, de uno a seis.
Los hurtos crecen un 16 %, el resto de la criminalidad convencional se eleva de igual forma un 14 %, y las estafas informáticas, uno de los delitos que crecen en prácticamente todas las zonas de Alicante, aumentan un 6,3 %.
Calpe
La cuarta en la oscura lista es Calpe, que sube un 17,7 % en criminalidad, con 779 delitos totales. Como sucede con San Juan, tan solo dos de sus categorías delictivas presentan mejores números que el año pasado.
Los aumentos más alarmantes en la localidad de la Marina Alta tienen que ver con las agresiones sexuales con penetración, que se duplican, al igual que los delitos relacionados con la libertad sexual, que suben un 85 %.
Otros grandes incrementos se dan en robos con intimidación (+50 %), cibercriminalidad (+27,1 %), que engloba las estafas, con un aumento del 27 %. Los hurtos crecen un 28 %, y la nota positiva se encuentra en el tráfico de drogas, con un descenso del 60 %.
Crevillente
El tercer puesto más amargo es para Crevillente, con un 18,6 % más de infracciones que en 2023, alcanzando las 461. En este caso, tan solo una categoría desciende: los intentos de homicidio, en contraste con la subida general de todas las demás.
Quizá el secuestro ocurrido en el municipio sea uno de los datos que más llaman la atención. Igualmente sorprendentes son los porcentajes de robos de vehículos (+700 %), los robos con violencia e intimidación (+500 %) o el tráfico de drogas (+150 %).
Los registros de agresiones sexuales y cibercriminalidad, como en las otras poblaciones mencionadas, también siguen la misma tendencia, elevándose un 25 % y 30 %, respectivamente.
Alcoy
La segunda posición la ostenta Alcoy, con un aumento del 18,7 %, pasando de 1.025 a 1.217 delitos totales. En esta ocasión, la principal subida se da en los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria (+400 %).
Si bien baja en robos de vehículos un 65 % o en robos en domicilios un 29 %, hay otros delitos que empañan estas mejorías. Es el caso de las agresiones sexuales, que pasan de cero a cinco.
Lo mismo ocurre en los hurtos (+30 %) y en las estafas (+43 %), números que, según los expertos, pueden ser engañosos, ya que solo se tienen en cuenta las denuncias, dejando de lado los cientos de delitos de pequeña cuantía que no se reflejan en las estadísticas.
Santa Pola
Santa Pola está teniendo un año negro en cuanto a criminalidad, con un 22 % más de casos en la primera mitad del año, pasando de 983 en 2023 a 1.200 en la actualidad.
La villa pesquera se coloca así como el cuarto municipio de toda la Comunitat Valenciana con mayor aumento, tan solo por detrás de Benicarló (+26,8 %), Lliria (+26,4 %) y Oliva (+22,4 %).
Si un dato desentona en este 2024 son los robos de vehículos, que llegan al 220 %. Las agresiones sexuales con penetración también se duplican en la localidad, y los robos en establecimientos y casas están al alza con un 20 % y un 30 % más, respectivamente. Los delitos cibernéticos también se han multiplicado, con la cibercriminalidad registrando un aumento del 34 %.