Alicante

Una 'tormenta de ideas' para integrar a medio y largo plazo en el casco urbano de San Vicente del Raspeig los más de 200.000 metros cuadrados de la antigua y abandonada cementera que linda con la localidad.

Así ha definido el alcalde de San Vicente del Raspeig, Pachi Pascual, del PP, el proceso de debate abierto este martes en torno al futuro de la vieja fábrica propiedad de la multinacional Cemex a partir de una exposición en el recibidor del ayuntamiento de 24 paneles de trabajos de alumnos del máster de Urbanismo de la Universidad de Alicante, dirigido por el catedrático de la UA Pablo Martí, con ideas sobre qué hacer con los terrenos y con las edificaciones que hay en el interior.

El vasto suelo que ocupa la antigua planta se halla junto a una vía del tren que, previsiblemente, en unos años perderá la mayor parte de los tráficos por la nueva conexión mediterránea de ancho internacional, y además contiene varias decenas de edificaciones, algunas con protección total o parcial por su interés histórico o de patrimonio industrial, como el pabellón de trabajadores, la chimenea, los hornos giratorios, los silos y las naves de laboratorios y oficinas.

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"Aún no hay proyectos concretos pero caben allí tantas cosas, que ya decidiremos", ha relatado a los periodistas el alcalde, quien ha añadido que de la 'tormenta de ideas' debería salir a medio plazo un proyecto equilibrado que incluya tanto un uso como zona verde con otra parte dotacional para actividades culturales, deportivas y de ocio, y también un fin privado económico.

Esto último es así para que el proyecto pueda ser viable, y el alcalde se propone que albergue a empresas vinculadas con empresas tecnológicas relacionadas con el Parque Científico de la UA, además de con compañías del sector terciario, el comercio.

El ayuntamiento ha iniciado los primeros contactos con Cemex para hacerle ver que sus terrenos son "estratégicos" para la ciudad y se pretende involucrar en este ambicioso proyecto la colaboración de la Diputación Provincial y la Generalitat Valenciana, además del sector privado.

El alcalde ha insistido en que este inicio de un largo camino que seguramente rebasará el actual mandato a una cementera que lleva sin actividad desde el 1 de agosto de 2009 supone avanzar "en la búsqueda de soluciones" para planificar el futuro desarrollo urbanístico de San Vicente, siempre teniendo en cuenta "el modelo de ciudad que queremos".

Por su parte, el catedrático de Urbanismo de la Universidad de Alicante, Pablo Martí, ha destacado que la antigua fábrica constituye "un elemento esencial para San Vicente y para el futuro de la comarca" al ubicarse geográficamente entre la continuidad del núcleo urbano y otros espacios estratégicos de la provincia, por ejemplo en la confluencia de la A-7 (a Valencia por la costa) y la A-77 (Valenica por el interior), y no lejos de la A-31 (a Madrid).

De las propuestas planteadas por los estudiantes y que pueden verse en la planta baja del ayuntamiento, el catedrático ha destacado el "gran abanico" de posibilidades que se proyectan y que en todas ellas se repite el denominador común de la necesaria "conectividad" con el casco urbano.