En 'libertad con cargos', así ha quedado un vecino de 43 años de la localidad alicantina de Almoradí tras ser detenido por la Guardia Civil por profanar diversas tumbas del cementerio municipal para robar objetos de valor sepultados con los cuerpos.
El detenido, que contaba con antecedentes por delitos contra el patrimonio, ha sido acusado de siete delitos de robo con fuerza y dos contra los sentimientos religiosos. La Guardia Civil ha informado de que a finales del pasado año, el Ayuntamiento de Almoradí denunció una serie de robos ocurridos durante el mismo mes en un almacén y un cuarto de limpieza del cementerio municipal.
Los autores supuestamente sustrajeron diferentes objetos metálicos, provocaron daños en un nicho y se apoderaron de dos rosarios en el interior de un panteón, llegando incluso a resolver los restos óseos depositados en el lugar, y en inspecciones posteriores en chatarrerías y centros de reciclaje de la zona se recuperaron objetos sustraídos, por valor de 300 euros.
[Detenido un hombre que se dedicaba a desvalijar los cementerios de Elda y Petrer]
El individuo identificado como presunto autor fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Orihuela, que decretó su puesta en libertad con la imposición de medidas cautelares.
Otros casos en 2022
No es la primera vez que ocurre algo similar, ya que en marzo de 2022, la Policía Nacional de Alicante y la Guardia Civil detuvieron a un hombre, que presuntamente habría desvalijado nichos de los cementerios públicos de las localidades de Elda y Petrer. Las investigaciones apuntan a que robó hasta 70 piezas ornamentales que fueron recuperadas en diversas chatarrerías.
Las investigaciones se iniciaron a finales de marzo, cuando el equipo ROCA de la Compañía de Ibi apreció como diversas familias habían denunciado el robo de piezas ornamentales en nichos de los cementerios públicos de las localidades de Elda y Petrer.
Tras un primer análisis los agentes hallaron un denominador común. En primer lugar, coincidía la misma franja horaria: los robos se realizaban durante el horario de cierre al público, tras escalar los muros que protegían dichas instalaciones. En segundo lugar, por el tipo de objetos que robaban, todas piezas ornamentales, concretamente de latón.
Los investigadores analizaron toda la información que recopilaron, tanto de las denuncias presentadas como de las actuaciones policiales realizadas. Estos robos habían generado alarma social entre los familiares que visitaban a sus difuntos en los cementerios afectados y alrededores.
Si bien los objetos sustraído no tenían un alto valor económico por el metal del que estaban fabricados, los daños ocasionados ascienden a 20.000 euros. "Esto sin tener en cuenta el daño moral para las familias perjudicadas", indicaron desde la Guardia Civil.