La valenciana ha sido en los últimos cuatro años la autonomía donde más personas han muerto ahogadas en espacios acuáticos (232) y solo en la última semana han sido ocho los fallecidos, sobre todo en playas, espacios en los que, además del respeto al color de la bandera, los drones son ya un aliado para reforzar los equipos de salvamento y evitar ahogamientos.
Desde Cruz Roja de la Comunidad Valenciana, el responsable autonómico de Socorros y Emergencias, Javier Gandía, explica a EFE que los ahogamientos se producen, en muchos casos, por hacer caso omiso cuando ondea bandera roja o amarilla y a los avisos de los socorristas, pero también por el "exceso de confianza" al considerar que no hay peligro en la mar, cuando sí puede haberlo.
El uso de drones se ha mostrado eficaz para evitar ahogamientos y dos valencianos, Adrián Plazas y Francisco Fernández, al frente de la empresa General Drones, con sede en Puerto de Sagunto, han sido pioneros a nivel mundial en la fabricación de drones específicamente diseñados para llevar a cabo tareas de rescate y emergencia en las playas.
[El proyecto piloto de drones socorristas salva 6 vidas en las playas de la Comunidad Valenciana]
Según datos de la Federación Española de Salvamento y Socorrismo (FESS), en los últimos cuatro años -entre 2019 y 2022- han fallecido por ahogamiento en espacios acuáticos 232 personas en la Comunitat Valenciana, que desde 2019 lidera las cifras de ahogados a nivel nacional.
Así, en 2019 fallecieron 440 personas en España, de las que 61 lo hicieron en espacios acuáticos de la Comunidad Valenciana; en 2020 fueron 61 los fallecidos en la Comunidad del total de 338 en el país; en 2021 fueron 260 en España, 43 de ellos en la Comunidad; y en 2022 fueron 67 los fallecidos en las piscinas y playas valencianas, 394 a nivel estatal.
En los seis primeros meses de este año, según los últimos datos publicados por la FESS, han fallecido ahogadas en zona acuáticas españolas 169 personas, 13 de ellas en la Comunidad Valenciana.
No obstante, solo en la última semana de este mes de julio se han producido ocho muertes por ahogamientos en piscinas y playas de las tres provincias, seis de ellas en un solo fin de semana, la mayoría de personas mayores de 65 años.
Drones que salvan vidas
General Drones dispone de una flota de treinta aparatos: cada uno pesa diez kilos y tiene una autonomía de vuelo de 25 minutos, está protegido ante las inclemencias de humedad y salitre y puede operar con vientos de hasta 50 km/h, controla los aforos del litoral, garantiza la seguridad de las playas y ejecuta tareas de salvamento.
Así, desde el momento en el que se recibe un aviso, el dron situado junto a la moto de agua despega en cinco segundos, con las indicaciones del socorrista de la torre se dirige al lugar donde se encuentra la persona en peligro, se pone encima de ella y suelta un flotador que se hincha en contacto con el agua, lo que le permite seguir respirando hasta que llega la moto de agua y acorta el tiempo de respuesta.
"En el mundo del salvamento y el socorrismo en las playas, no ha habido ningún gran avance más allá de poner motos de agua y ahora los drones son una herramienta muy importante para reforzar a los equipos de salvamento", afirma a Efe Adrián Plazas, que recuerda que junto a Francisco Fernández decidió llevar a cabo esta iniciativa cuando ambos eran socorristas y en una intervención falleció una mujer por no llegar a tiempo.
Solo el pasado año realizaron servicios en una veintena de playas, donde hicieron más de 3.000 operaciones y asistieron a más de 200 emergencias, siete de ellas "rescates críticos" que permitieron salvar la vida de los afectados, aunque este año, debido a los cambios de gobierno en distintos municipios, lo harán solo en las playas de Sagunto.
Bañarse en zonas con vigilancia
El responsable autonómico de Socorros y Emergencias de Cruz Roja en la Comunidad advierte de la importancia de no acudir a la playa en las horas en las que las temperaturas son más altas porque se puede sufrir un golpe de calor, o de bañarse justo después de haber comido, y recuerda que también hay muertes en la arena, y no en la lámina de agua, debidos a una parada cardiorrespiratoria.
Javier Gandía aconseja bañarse en zonas de la playa con vigilancia, identificar los puntos de atención y respetar lo que marca el color de la bandera, ya que mueren más personas ahogadas cuando hay bandera roja que en amarilla y verde. "El hecho de no hacer caso ni a las indicaciones de los socorristas ni a las banderas" produce más ahogamientos, insiste.
Aboga por una normativa que regule y garantice la seguridad de las personas y que haya una estandarización de servicios y recursos dimensionados en cada uno de los municipios en función del riesgo que tienen sus playas.
El responsable de Cruz Roja, cuyos miembros están en actualidad en una veintena de playas de ocho municipios, seis de Valencia y dos de Alicante, también subraya la importancia de que el bañista "ayude al socorrista y facilite su intervención".