Los agricultores alicantinos y murcianos no paran de recibir malas noticias. Después de que el Tribunal Supremo desestimase esta semana la suspensión cautelar del escalonamiento de los caudales ecológicos del Tajo para los años 2026 y 2027 como había recurrido la Generalitat Valenciana, hoy la Comisión de Desembalse de la Cuenca del Segura (dependiente de la Confederación Hidrográfica y ésta a su vez del Ministerio para la Transición Ecológica) ha anunciado nuevos recortes.
En un comunicado, la CHS por boca de sus presidente, Mario Urrea, ha anunciado que "la propuesta de desembalse realizada que totalizará para el presente año hidrológico es de 319 hm3, lo que significa un desembalse de 158 hm3 para lo que resta de año, dados los volúmenes ya desembalsados a 1 de mayo (161 hm3), lo que representa una disminución significativa frente a lo inicialmente previsto". 23 menos que el año pasado.
"No obstante, este dato está sujeto a la evolución del índice de escasez coyuntural del sistema del Segura que, actualmente, se encuentra en prealerta (0,387), dado que de empeorar la situación podría llevar a escenarios más restrictivos", asegura el mismo comunicado.
Según la CHS, "el periodo comprendido entre el 1 de octubre de 2022 y el 1 de mayo 2023 se ha establecido como el periodo con menor registro de precipitaciones de la última década. La precipitación real en estos meses fue de 92 litros por metro cuadrado (l/m2), unos 220 l/m2 por debajo de la media del año pasado, 166 l/m2 inferior a los últimos cinco años y unos 153 l/m2 menos de las aportaciones medias de los últimos diez años lo que supone un descenso del 62% en la última década".
En este sentido, "la existencia de recursos propios en la cuenca a 1 de mayo de 2023 es de 205 hm3, es decir, 117 hm3 inferiores a la misma fecha del año hidrológico anterior". Por esta razón, representa "23 hm3 menos que los aprobados a principios de este año hidrológico 2022-2023".
Además, advierte de que con estos datos "la comisión debe deliberar y formular propuestas al presidente sobre el régimen adecuado de llenado y vaciado de los embalses de la cuenca, atendiendo los derechos concesionales de los distintos usuarios siendo los riegos tradicionales los que tienen la mayor prioridad, y los últimos, los sobrantes y excedentarios".
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La CHS ha constado "una situación generalizada de agravamiento en la Demarcación del Segura, dada la casi nula cantidad de lluvia producida en los meses pasados y las elevadas temperaturas lo que supone una mayor demanda hídrica de los cultivos".
Al respecto, el organismo de cuenca ha trasladado a todos los usuarios la necesidad de realizar un consumo contenido, ya que de seguir las pautas actuales podríamos llegar a final de año hidrológico con muy poca reserva de agua en los embalses.
Si esta situación se mantiene la tendencia de los indicadores de escasez coyuntural, en el corto plazo podría llevar a la cuenca del Segura a una situación de sequía extraordinaria en el próximo verano. De este modo, se promoverá el decreto de sequía y, consecuentemente, se aplicarán las medidas que el vigente Plan Especial de Sequías (PES) contempla, en particular la activación de la Batería Estratégica de Sondeos, para lo cual el Gobierno de España ha aprobado la semana pasada una dotación presupuestaria de 10 M€ para las actuaciones de explotación, conservación y mantenimiento.
La CHS ha retrasado la entrada de la situación de sequía extraordinaria, en relación a otras cuencas intercomunitarias, gracias al mix del agua que permite gestionar recursos tanto superficiales, subterráneos, del trasvase Tajo Segura, y una aportación muy significativa de las aguas procedentes de la desalación y de la reutilización.
Finalmente, se ha constatado que para el inicio del próximo año hidrológico 2023/2024, con ese escenario dependeríamos de las lluvias de otoño para una hipotética recuperación del volumen embalsado, que de no suceder llevaría a un inicio del citado año hidrológico muy complicado en su gestión, por lo que, una vez más, hay que apelar al uso responsable y contenido de los volúmenes regulados en la actualidad en los embalses por parte de los usuarios del regadío.