Un hombre de 43 años y nacionalidad española ha sido condenado por la Audiencia de Alicante a siete años de prisión por abusar de sus dos hijas, una de ellas menor de edad, durante los días en los que permanecían bajo su custodia, incluida la Nochebuena de 2020.
Al tiempo, la sentencia dictada por un tribunal de la Sección Segunda absuelve a la madre del procesado y a su pareja sentimental, a quienes la Fiscalía apuntaba como cómplices de la comisión de dichos delitos, al no considerar demostrado que tuviesen conocimiento de los abusos y de que los consintiesen por omisión sin hacer nada al respecto.
Los abusos tuvieron lugar en la noche del 23 al 24 de diciembre de 2020, cuando las dos chicas se encontraban en el domicilio de su abuela paterna, en la que residía el procesado, en la ciudad de Alicante.
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La sentencia concreta que este entró en la habitación en la que dormían sus dos hijas y le subió la parte superior del pijama a la menor de ellas, de 14 años. Acto seguido, comenzó a realizar tocamientos, entre otros abusos, lo que provocó que su hija se despertase y lo empujase para sacarlo de la habitación.
Sin embargo, lejos de deponer su actitud, el acusado volvió a entrar en la habitación y se acercó hasta la cama de su otra hija, de 19 años, a quien también le retiró la parte superior del pijama y empezó a tocarle los pechos.
Además, el tribunal también cree demostrado que se produjo al menos un segundo episodio de abusos respecto a la hija mayor en la noche del 17 de abril de 2021.
La sentencia detalla que el acusado accedió a la habitación de su hija y que le subió el pijama mientras le besaba en los labios. La víctima se quedó bloqueada y quieta ante el comportamiento de su padre, que también comenzó a practicar otros abusos, sin que quedase acreditado que intentase una penetración.
La defensa del principal acusado solicitaba su libre absolución al negar los abusos. Sin embargo, el tribunal confiere toda credibilidad a la versión ofrecida por sus hijas a partir del "contundente testimonio" que ofrecieron ambas. Además, los magistrados consideraron que en su acusación contra su padre no existía "resentimiento" ni ánimo de venganza o una relación de enemistad que escondiesen una motivación espuria con ánimo de perjudicarle.
La sentencia impone al acusado tres años de prisión por un delito de abuso sexual y otros cuatro años por un segundo delito de abuso sexual sobre menor de 16 años.
Además, le impone la medida de libertad vigilada por un tiempo de seis años adicional a la duración de las penas de privación de libertad en una sentencia recurrible en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJCV) en el plazo de diez días.