La Guardia Civil, a través del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), investiga a un hombre, de 78 años, por presuntamente capturar de forma ilegal aves mediante una trampa casera instalada en una finca privada de Mutxamel (Alicante). Según informan las autoridades, el individuo podría enfrentarse a una multa de hasta 3.000 euros.
El instituto armado ha informado hoy de esta situación, ocurrida el pasado noviembre, en una finca de la partida Cotoveta donde se halló esa trampa mediante un sistema conocido en la zona como “enfilat”, que consiste en colocar en el suelo de una llanura en un terreno rústico, y entre vegetación, una red de grandes dimensiones semioculta en la tierra.
En los árboles colindantes y en el suelo alrededor de la red, se sitúan jaulas con otros pájaros de estas especies que sirven como reclamo y en el centro del artilugio se coloca un bebedero que sirve de engaño para los animales sedientos.
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Desde una cabaña camuflada con matorrales, a escasos metros, el presunto autor vigilaba el bebedero y cuando caían en la trampa tiraba de una cuerda que cerraba de golpe la red, atrapando a los animales despistados en su interior.
Las aves que atrapaba son fringílidas (fringilidae), es decir, pájaros de pequeño tamaño presentes en el hemisferio sur y norte de África, tales como jilgueros, verdecillos, pinzones y pardillos que se trasladan en busca de lugares más cálidos durante los cambios de estación.
La finalidad de capturarlos suele ser la de practicar el silvestrismo, una afición que consiste en criar en cautividad a estos animales con el objeto del adiestramiento al canto.
La captura masiva de fringílidos provoca graves consecuencias sobre la población de esas especies y el ecosistema. y, por este motivo, los agentes del SEPRONA realizan de forma periódica controles para evitar que sean atrapados de forma indiscriminada por medios ilegales. Las campañas se intensifican en los cambios de estación, coincidiendo con la mayor migración de las especies afectadas.
Su captura está limitada conforme a normativa de ámbito europeo y solo está permitida de forma limitada y excepcional con fines científicos, siempre sujeta a la preceptiva autorización y empleando medios homologados.
El pasado noviembre este hombre quedó investigado por un delito relativo a la protección de la flora, la fauna y los animales domésticos. Además, se le atribuye una infracción a la Ley 13/2004 de caza de la Comunidad Valenciana y otra a la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad, pudiendo ser sancionado con multas que van desde los 301 hasta los 3.000 euros.
El SEPRONA ha informado de que los ejemplares rescatados han sido trasladados por los agentes al Centro de Recuperación de Fauna de Santa Faz, en Alicante, desde el que los especialistas trabajan en la reintroducción de los ejemplares intervenidos a su hábitat natural.