A finales de los años 90 el Puerto de Alicante inauguró una amplia zona de ocio nocturno en la dársena de Levante. Muchos de los locales de las dos principales zonas de bares de la ciudad, El Barrio y la Zona, que cerraban en varano para trasladarse a la playa de San Juan, optaron por abrir allí. Fue el final de uno de los iconos de la "fiesta" veraniega de España: la Playa de San Juan.

Veinticinco años después, cuando está a punto de expirar la concesión del ocio en el Puerto, la Playa de San Juan casi ha recuperado su pasado esplendor nocturno, pero basado en otros conceptos más actualizados. A la gran cantidad de pubs de la Avenida Costa Blanca se ha sumado la zona del Golf con una amplia oferta de bares y restaurantes a un escaso kilómetro de aquellos.

"Yo no diría 'casi' sino que ha recuperado su esplendor completamente", afirma Lalo Díez, expresidente de la Coordinadora Empresarial del Ocio y la Hostelería (Alroa), quien ha vivido en primera persona todos estos cambios. "Quizás el número de locales no es el mismo, pero sí se ha mejorado su concepto, tamaño y nivel, sobre todo en segunda línea de playa", agrega.

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También el segmento de público ha cambiado en este tiempo. Si en las últimas décadas del siglo pasado la coincidencia de la edad de los clientes tipo con la adolescencia y juventud de generación del baby booom hacía que la mayoría de los bares colgasen el "aforo completo", en la actualidad se ha extendido la horquilla de edades de los clientes a todas las franjas.

La época dorada

Y es que en los 80 y 90 el ocio nocturno de la playa tenía locales de todos los tamaños, músicas y tipos de clientes. Empezando la noche por los bajos del Club del Mar, discotecas como Il Paradiso (El Para), Le Palais (luego Oku), Factory y bares con una barra y terraza casi a pie de playa, como La Escollera y Tate Guate. También locales con tirón nacional como Va Bene, Copyti, Pacha, Night Fever, Voy Voy o Penélope.

En internet sigue habiendo todo tipo de nostálgicos de aquella época que incluso venden entradas "de colección" a las discotecas de entonces en portales especializados. también quien cuelga en YouTube imágenes y vídeos de entonces.

Los reclamos para el público serían impensables ahora. Desde las fiestas de la espuma cada quince días en Va Bene al "2x1" en copas con el ticket del trenet de FGV en bares como La Escollera. También los espectáculos de las 'go-gos' en Voy Voy o Copyti. 

"Se juntó la masificación de estos locales, sobre todo los de primera línea, con la apertura del Puerto, problemas vecinales y un macrocontrol del alcoholemia continuo y en varios sitios como los accesos a la playa y las vías principales como la Avenida Costa Blanca. Ese fue el final de la playa en apenas un año", recuerda Díez.

El Puerto hoy

Los primeros años de la década de 2000 certificaron el éxito de la zona nocturna del Puerto con locales de gran afluencia como Directo u O'Hara. Sin embargo, su éxito provocó una gran masificación y problemas aparejados de seguridad. Y los clientes volvieron a territorio conocido: el centro.

Así, los bares y pubs del Puerto de Alicante hace tiempo que perdieron tirón entre los alicantinos y los turistas. Desde que la fiesta se trasladó a la calle Castaños y sus aledaños con el fenómeno del "tardeo" y se recuperó El Barrio para las noches, el Puerto dejó de ser una referencia.

De hecho, hoy diferentes zonas de la ciudad Alicante mantienen gran afluencia de público vespertino y nocturno durante el verano, no como a finales del siglo pasado, cuando se cerraban los locales del centro para abrir sus "franquicias" en la playa.

En los últimos tiempos el Puerto ha diferenciado claramente dos zonas: la de la Volvo con locales como Marmarella, Confetti o Muelle 14 por un lado, con un público muy específico; y una zona básicamente de ocio "latino". 

La propuesta del actual concesionario para renovar su acuerdo con Puertos del Estado pasan por cambiar absolutamente el modelo de ocio nocturno en la zona, apostando por restaurantes y negocios relacionados con las nuevas tecnologías.