La brecha laboral entre hombres y mujeres es una realidad todavía. Un informe sobre la situación sociolaboral de las mujeres elaborado por Comisiones Obreras País Valenciano (CCOO PV) muestra que todavía "arrastramos una enorme desigualdad estructural", lo que dificulta conseguir una verdadera igualdad laboral.
La población femenina en la Comunidad Valenciana es mayoritaria con 2.565.136 mujeres frente a los 2.486.114 hombres que suman Alicante, Valencia y Castellón. Según los datos manejados por CC. OO., también hay más mujeres (51,3%) en edad de trabajar que hombres (48,7%), pero su presencia es menor porque solo ocupan el 45,7% de los puestos de trabajo.
En general, las mujeres tienen peores condiciones que los hombres en el mercado laboral, y el sueldo medio de ellas en Alicante supone el 87,9% del de los hombres. Pero otra de las brechas de género a la que se enfrentan es la posición que ocupan en sus puestos de trabajo porque solo representan el 28% de los altos cargos en empresas.
Motor de cambio
Con la idea de visibilizar a las mujeres directivas de entidades juveniles, el Consell de la Joventut d'Alacant (CJA) organizó el pasado viernes 'Alcem la veu', una mesa redonda para exponer las situaciones de desigualdad que todavía existen en el terreno asociativo.
"El asociacionismo es el motor del cambio y en nuestra mano está ayudar a crear una sociedad más igualitaria, más inclusiva y con mayores oportunidades", apuntó la vicepresidenta del CJA, Claudia Muñoz, al inicio del encuentro en la Sede Universitaria Ciudad de Alicante.
La jornada organizada por el CJA contó con la participación de la presidenta de Scouts de Alicante (SdA), Pilar Castro, su tesorera, Alejandra Richart, la coordinadora de Equipos de Acción de la Federació d’Escoltisme Valencià (FEV) y la responsable de Formación del Centro Juvenil Salesiano Tucumán 7, María Vicedo.
Una situación que también denunció la tesorera de esta entidad, pues durante su intervención reveló que en muchas ocasiones "he tenido que aclarar que soy una mujer" porque "en correos electrónicos de la entidad bancaria se me ha referido como señor Richart en vez de señora".
Por su parte, Irene Pina de la FEV, explicó que una de las cosas más difíciles para ella fue darse cuenta de que "vivimos en una sociedad que sufre desigualdades y como entidad también las tenemos y sufrimos". Un contexto que con su llegada al cargo en 2019 quiso cambiar y el parón de actividades presenciales que trajo la pandemia le permitió desarrollar, junto a su equipo, un plan estratégico de Igualdad- ya terminado y en proceso de ejecución - para las más de 6.000 personas y de 70 entidades que componen esta federación autonómica.
Las propias actividades de las asociaciones son precursoras de la igualdad, como el caso de Tucumán 7 con sus musicales, el "proyecto estrella" en el que trabajan monitoras y asociadas de los diferentes sectores. Según compartió su responsable de Formación, María Vicedo, "cumplimos con premisas básicas como que cada obra tenga el mismo número de personajes principales masculinos y femeninos".
Objetivo: la igualdad
Un punto importante en estas entidades es el modelo educativo que se transmite desde el equipo de formación a las personas asociadas. En este sentido, las cuatro representantes señalaron la coeducación como herramienta necesaria para fomentar y transmitir valores como la igualdad en sus espacios.
"Llega marzo y parece que la gente se acuerda de los derechos de la mujer y ya está. Tenemos la intención, pero no es suficiente", lamentó la directiva de la FEV. Por ello, una de las maneras en las que trabajar para que "el cambio sea efectivo y no solo un parche" es "hacer un análisis de situación para conocer los puntos fuertes del colectivo y reforzarlos, así como ver qué está fallando".