El estudio municipal previo a una obra en una vivienda del centro de Villena ha propiciado el hallazgo de los restos arquitectónicos de un tramo de cimentación de la muralla medieval del municipio alicantino.
Según ha informado Luz Pérez, técnico del Servicio Municipal de Patrimonio y Arqueología (SEMAP), en su día se informó al promotor de la obra de la necesidad de efectuar un estudio arqueológico previo a la ejecución de las obras, lo que condujo a que en uno de los sondeos, ubicado en el patio, se encontrara un tramo de la cimentación de la muralla medieval de Villena, datada en el siglo XIV.
Tras el análisis de esta construcción defensiva, los arqueólogos han concluido en su informe que se trata de una obra de tapial, a base de cal, gravas y tierra, enlucida con una gruesa capa de cal, han explicado desde el Ayuntamiento.
Según la responsable del SEMAP, una vez documentados los hallazgos, se ha procedido a la colocación de fibra geotextil sobre la muralla, para posteriormente rellenar la cata con la tierra extraída durante el proceso de excavación, mientras que en lo que se refiere a las obras, no se ven afectadas, ya que el espacio se segrega de la propiedad.
No obstante, Pérez ha apuntado que en el futuro "habrá que evitar que nuevos proyectos de obras puedan dañar estos restos".
Visita a la muralla
La edil de Cultura, Elena Benítez, acompañada del propietario del inmueble y la directora del Museo de Villena, Laura Hernández, visitó el lugar del hallazgo para comprobar las medidas de protección y preventivas para evitar daños posibles.
Asimismo, el inspector territorial provincial de patrimonio inmueble, José Luis Simón García, acompañado por el director de la excavación, inspeccionó la estructura defensiva por tratarse de un hallazgo relevante, al que se le deben aplicar unas medidas especiales de protección acordes con su catalogación patrimonial.
El hallazgo se hace público un día después de que una ánfora romana de 1.800 años de antigüedad fuese recuperada del fondo de la bahía de Santa Pola, donde fue descubierta en febrero pasado y se hallaba a unos doce metros de profundidad.
El Ayuntamiento de Santa Pola, a través del Museo del Mar y de la Policía Local, con la ayuda de Salvamento Marítimo y la supervisión de un arqueólogo subacuático, llevó a caboi el operativo para la recuperación de esta pieza, después de que las malas condiciones del mar obligaran a suspenderlo ayer por la tarde, según han informado fuentes del consistorio en un comunicado.
El pasado 15 de febrero, la Policía Local informó al Museo del Mar de un hallazgo arqueológico casual en el fondo marino de la bahía de Santa Pola. Tras analizar las imágenes subacuáticas, desde el museo estimaron que se podría tratar de un ánfora de valor arqueológico.