Un castigo por las malas notas ha podido ser el detonante del triple parricidio que este viernes trascendió en una vivienda unifamiliar de Elche, en la pedanía de Algoda: los investigadores creen que la madre del supuesto asesino, de 15 años de edad, discutió con él por su bajo rendimiento académico, y decidió dejarlo sin wifi y sin móvil. Las mismas fuentes explicaron a través de Efe que el menor también se habría negado a hacer algunas tareas en el campo, donde vivían.
Sea como fuere, lo que se sabe es que el joven convivió durante al menos tres días con los cadáveres de sus progenitores y de su hermano (10 años), a quienes presuntamente asesinó con una escopeta y cuyos cuerpos después guardó en un cobertizo.
La voz de alarma sobre el suceso la habrían dado una vecina, después de que el menor le dijese lo que había hecho al cruzarse con él. La vecina, según relataron a Efe fuentes cercanas al caso, alertó inmediatamente a las fuerzas de seguridad.
Los investigadores creen que el primer disparo lo recibió la madre, tras la discusión por las notas. Posteriormente, el adolescente disparó a su hermano. Finalmente, lo hizo contra su padre, después de que éste descubriese lo sucedido.
Tras conocerse el suceso varias ambulancias se desplazaron hasta el lugar de los hechos para atender a los familiares. La comisión judicial levantó atestado y trasladó los cadáveres al Instituto Anatómico Forense para practicar las autopsias este sábado.
Asimismo, el juzgado de guardia decretó en la noche del viernes el secreto de las actuaciones e informó a la Fiscalía de Menores para adoptar las medidas preventivas oportunas.
Semana negra
Elche cierra así una semana negra en la que también se han descubierto un cráneo y restos óseos en las afueras del municipio, enterrados en la arena.
Tras llamar al 112, agentes de la Policía Nacional descubrieron que en realidad había dos cráneos juntos. En la exhumación realizada por un médico forense del Instituto de Medicina Legal de Alicante con la participación de agentes de la Comisaría General de la Policía Científica de Madrid se comprobó que ambos cuerpos habían sido esposados y, por los restos de cinta americana, se especula con que fueron amordazados antes del fatal desenlace.
La autopsia realizada ha confirmado que, lejos de lo que se creía, que podían llevar 30 años enterrados, en realidad han pasado dos desde el deceso. Una de las hipótesis con las que trabaja la Policía es que se trataría de una pareja de Aspe -localidad próxima a Elche- en la que uno de los dos miembros, seguramente el hombre, estaba envuelto en negocios relacionados con el tráfico de drogas.