La designación de Carlos Mazón como líder del PP valenciano y futuro rival de Ximo Puig (PSOE) a la Presidencia de la Generalitat ha desatado el nerviosismo en el equipo del actual jefe del Consell, que lleva meses utilizando todos los recursos a su disposición para minar al presidente de los populares y tratar de recordarle el pasado de su partido en los tribunales.
Las encuestas más actuales muestran un empate entre bloques donde Vox y PP capitalizan la desaparición de Ciudadanos y sus 18 diputados del parlamento autonómico, mientras los socialistas valencianos aguantan mejor que a nivel nacional el desgaste de la gestión de la pandemia. La clave en esta batalla parece que será el aguante que tiene Unidas Podemos, a quienes de momento los sondeos auguran superar la barrera del 5%, pero no por mucho.
La partida está, pues, abierta, y los nervios parecen a flor de piel. Y eso se nota en las gestiones que se están haciendo desde Presidencia para atacar a Mazón de forma cada vez menos inadvertida. La más reciente, el rechazo de Puig a hacerse una foto con Mazón en la reciente feria de turismo de Londres, lo que provocó episodios surrealistas como el veto a Mazón en la reunión con la patronal de viajes de Reino Unido o la negativa de Puig a entrar en el recinto el último día del certamen mientras el también presidente del Patronato de Turismo de la Costa Blanca seguía dentro. Pero ha habido más.
El mejor ejemplo de esta estrategia se pudo ver en la celebración en Valencia del día de la Comunidad, el 9 d'Octubre, en la que se decidió sentar al expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, al lado de Mazón, saltándose el orden habitual. Al parecer, Camps no estaba invitado pero se presentó en la ceremonia. Y se le colocó al lado de Mazón a pesar de que el protocolo mandaba que la disposición de estos altos cargas se hubiese hecho de más antiguo (Joan Lerma) a más reciente (Alberto Fabra).
Esta "casualidad" fue aprovechada por estrechos colaboradores de Puig, como el secretario autonómico de Promoción Institucional y Cohesión territorial de la Comunidad Valenciana, Alfred Boix, quien publicó la foto de ambos en Twitter con el texto: "¡Qué buen rollito! A mí me da igual, pero..."
Lo realmente curioso es que esa foto había sido hecha por un medio de comunicación pero aún no había sido publicada. Lo que quiere decir que Boix tuvo acceso a esa fotografía para poder publicarla antes de que pudiese cogerla del medio que la había hecho. Esto denota una evidente intencionalidad de relacionar el mismo 9 d'Octubre a Mazón con el expresidente Camps, investigado (aunque aún no condenado) en varios casos de corrupción.
La estrategia de "retorno al pasado" ha sido una constante en los últimos meses desde los partidos del Botánico. De hecho, es la respuesta que han tenido de manera unánime a la designación del Mazón. Compromís llegó incluso a contratar una pancarta cuando se celebró la convención nacional del PP en la Plaza de Toros de Valencia, a principios de octubre, con la leyenda: "No os vayais sin pagar (otra vez)".
Ese mismo día el gabinete de prensa de la Generalitat (no el PSOE) emitió un comunicado de prensa en el que recordaba el dinero que se había recuperado por "casos de corrupción" de etapas anteriores de Gobierno. La noticia no tendría nada de extraño de no ser porque ya se había publicado anteriormente en varios medios y por la evidente necesidad de que esta vez esa información, aunque ya contada, se hiciese coincidir con el gran acto de su gran rival político. La batalla, parece, no ha hecho más que empezar.