Alrededor de 140 enfermeras que trabajan en el sector privado en España siguen sin ser vacunadas. Todas están en la Comunidad Valenciana: 77 en Valencia, 50 en Alicante y 11 en Castellón, según los listados del Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana.
Algunas de ellas trabajan en primera línea, y por lo tanto están en el grupo 2 de prioridad, según establece la Estrategia de Vacunación del Ministerio de Sanidad, sólo por detrás de "residentes y personal sanitario y sociosanitario que trabaja en centros de mayores y de atención a grandes dependientes".
Es el único caso en España, explica Diego Ayuso, secretario general del Consejo general de Enfermería. Cuando se quejaron al Ministerio por la demora en la vacunación de las enfermeras de la privada, citaron los casos de Comunidad Valenciana, País Vasco y Galicia. En las dos últimas se ha solventado el problema.
En la Comunidad Valenciana ya se ha realizado la vacunación del personal de oficinas del ámbito sociosanitario y la vacunación masiva de profesores y personal de centros educativos, pero todavía quedan estas enfermeras sin protección.
"Es lamentable que personas pertenecientes al grupo 2 de vacunación sigan esperándola mientras ya se ha vacunado a las Fuerzas de Seguridad y a los docentes. Sobre todo porque son profesionales que están en la primera línea", denuncia Ayuso.
Bárbara Dall'Ora es una de ellas. Trabaja en el centro de Diálisis Diaverum de Torrent, en Valencia. De hecho, éste no es un servicio estrictamente privado, sino concertado con la Conselleria de sanidad que dirige la socialista Ana Barceló. Y por tanto, tiene pacientes de la Sanidad pública valenciana.
Periplo burocrático
Bárbara afirma que al no llegar su turno contactó con el servicio de Medicina Preventiva de su hospital de referencia, el General de Valencia-Torrent. Allí no supieron qué decirle.
"Llamé el jueves 18, antes de Fallas, a la una de la tarde, y ya entonces me dijeron que hasta el lunes no me contestarían. Cuando me contestaron, me remitieron al Hospital Universitario Doctor Peset, porque era el que se encargaba de las vacunaciones", recuerda.
Y desde el Peset, cuando logró contactar tras varios días, la remitieron de vuelta al General. "Volví a llamar a Torrent, porque es el hospital que me corresponde, y ni ellos sabían que tenían que vacunarme. Otra vez me pidieron los datos para incluirme en una lista. Yo no sé cuántas veces y por dónde ha circulado el listado de las enfermeras a las que no nos han vacunado", asegura Bárbara.
Al final, le han dicho que a partir del 12 de abril, cuando reciban vacunas, comenzarán a llamarlas. La enfermera cree que las que tienen actualmente ya están comprometidas. A otras compañeras ni siquiera les han dado fecha.
Miedo a contagiar
Bárbara es sanitaria tan de primera línea que ha tenido que tratar a pacientes con Covid. "En la primera, en la segunda y en la tercera ola. Ahora no, porque ha bajado mucho la curva, pero en cuanto llegue la cuarta, volveremos a tratarles", asegura.
"Claro que tengo miedo. Por mí y porque tengo marido e hijos. Los estudios establecen que se reduce a un 30% el riesgo de llevar el Covid a tu casa cuando estás vacunado y yo estoy en una categoría de riesgo, por eso quiero que me vacunen", añade.
La enfermera no echa la culpa a nadie, pero dice sentir "rabia" cuando la consellera proclama que el 100% del personal sanitario está vacunado. Con 45 años, si no se vacuna por su profesión tendrá que esperarse a la vacunación en su rango de edad, a saber cuándo. En marzo debería estar vacunado todo el personal sanitario de todas las comunidades.
En una situación similar a la de Bárbara está María Dolores Girón, enfermera en una pequeña clínica pediátrica. Lleva varios meses preguntado al Colegio de Enfermería de Valencia y a la mutua que le corresponde y, pese a que sabe que ambas instituciones han enviado el listado a Sanidad, nadie le contesta.
Trabaja con niños que a veces presentan síntomas de Covid y que llegan a la consulta con sus padres. Y aunque toma las medidas de seguridad oportunas tiene miedo a contagiar a su familia.
"En cualquier descuido puedes contagiarte y contagiar tú, a su vez, a los tuyos. Siento impotencia, no entiendo porqué a unos sí y a otros no, porque el virus no te pregunta si trabajas en la pública o en la privada", asegura María Dolores.
A ella ni siquiera le han dado una fecha. "Tengo 48 años y si no me vacunan me tendré que esperar a mi rango de edad. Por más que pregunto al Colegio y la mutua no saben qué decirme", se queja.
Reclamación del Colegio
El Cecova lleva enviadas varias comunicaciones a la consellera e incluso a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, exigiendo que corrija la situación de inmediato. Los Colegios de Médicos de Alicante y Castellón llevaron el asunto incluso a los tribunales, que establecieron "de forma cautelarísima" que los trabajadores sanitarios de la privada tenían los mismos derechos que los de la pública.
En sus cartas, el Cecova recuerda a la Administración autonómica que los profesionales sanitarios de la sanidad privada corren los mismos riesgos de contagio que los de la pública.
Además, ofrece sus instalaciones, si fuese necesario, para que se proceda a la inmediata vacunación del personal que todavía no ha sido vacunado. Y es que, señalan, estos profesionales "son vectores de transmisión para las personas atendidas en las consultas".
Desde el Ministerio, la directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio, les contestó que existe "un número limitado de vacunas" y que la estrategia de vacunación es "un documento vivo", delegando en las Comunidades Autónomas el proceso: "son quienes establecen la logística, distribución y administración de la vacuna".